Se trata del secreto mejor guardado de Mariano Rajoy. La decisión ya está «prácticamente tomada», aseguran fuentes 'populares' a estrelladigital.es, pero el presidente quiere respetar sus tiempos. Esto significa que el anuncio no se hará oficial «hasta febrero». Pero algunos ya están de los nervios. Especialmente los que se perfilan como claros candidatos en Madrid, tanto al ayuntamiento como a la comunidad. Se trata de uno de los principales feudos 'populares'. El PP regenta el ayuntamiento desde 1991 y gobierna la comunidad desde 1995. Perder el poder ahora, más de dos décadas después, sería un absoluto descalabro y un error imperdonable. Por ello, hace meses que Rajoy ordenó a su sociólogo de referencia, Pedro Arriola, que comenzara a tantear a sus votantes. Las encuestas ya están sobre su mesa; y parece que hay dos nombres claves: el de Esperanza Aguirre para la alcaldía, y el de Ignacio González para la Comunidad. Aunque ninguno de los dos lograría mayoría absoluta.
Ambos ya se han ofrecido voluntaria y públicamente para encarar este reto, pero Rajoy aún no ha posado sobre ellos su 'dedo divino'. Existen algunos 'peros' en esta decisión. Ambos están salpicados por la lacra de la corrupción. El 'caso Gürtel' y la 'operación Púnica' les toca demasiado cerca. Y el presidente quiere evita por todos los medios sobresaltos durante la campaña. A lo que se une el temor que existe en la planta séptima de Génova a que el aguirrismo se apodere del granero madrileño. Aguirre volvería, y además lo haría por la puerta grande, y esto escuece entre los marianistas, que no olvidan los pisotones y los dedos metidos en las llagas.
Aún así, los dos protagonistas no han desaprovechado la cita 'popular' más importante del año y su condición de anfitriones (una como presidenta del PP de Madrid y otro como el presidente autonómico de la región) para hacer sus propias campañas. Y lo cierto es que no han faltado guiños a esta predisposición. Ha habido abrazos, risas cómplices y palmadas en la espalda entre Rajoy y los dos protagonistas. Tanto es así, que inicialmente no estaba previsto, pero finalmente Génova ha ofrecido unos minutos a Ignacio González para que intervenga junto a Rajoy en la clausura del cónclave. Será el encargado de abrir la tercera y última jornada de la Convención, antes de la secretaria general, María Dolores de Cospedal -que se encargará de leer las conclusiones- y que el presidente nacional del partido.
Un gesto muy importante teniendo en cuenta que Rajoy lleva varias semanas preparando el discurso de este domingo; y no quería que fuera eclipsado por nada. Es evidente que la intervención de González le robará protagonismo; y que los rumores de la candidatura se volverán a disparar. La foto de ambos será interpretada como el pistoletazo de salida a la primera campaña del presidente madrileño, que llegó a la presidencia tras la dimisión de Aguirre.
La salida del extesorero del PP, Luis Bárcenas, de la cárcel, sus declaraciones incendiarias y el torbellino interno que ha supuesto el discurso crítico del presidente de honor del PP, se han comido el protagonismo de las candidaturas, el tema que a principios de esta semana era considerado el estrella. Sin embargo, la intervención de González lo ha reactivado, y todo hace presagiar que no desaprovechará la oportunidad brindada para hacer como su mentora el día de la inauguración: 'mitinear' y defender no sólo la gestión del PP, sino la suya propia en la Comunidad de Madrid.
Aguirre llegó este viernes y se convirtió en candidata por aclamación. «Alcaldesa, alcaldesa», le gritaban los militantes congregados este fin de semana en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Ella estaba en su salsa, y precediendo al presidente de Honor del partido, con el que siempre ha demostrado tener mucha sintonía ideológica, fue la primera en poner los puntos sobre las íes en el plenario principal. «Hay que volver al rearme ideológico», proclamó a los cuatro vientos, y seguido de una ovación, advirtió de que la principal obligación del PP es plantar cara a «los enemigos de España y de la libertad»: a los «separatistas», a los «populistas» y a los «comunistas de todas las tendencias». «A aquellos que quieren romper el régimen constitucional español», concluyó. No hizo falta nada más que esas palabras mágicas para generar euforia.
Nadie en el PP duda de que Rajoy es el que tiene la última palabra, pero tras esta convención ha quedado evidenciado que no tiene mucho margen de maniobra. Por lo menos en el Ayuntamiento de Madrid. Aguirre ya es candidata por aclamación, y el presidente es consciente de ello. Este sábado comió con los 'barones' y líderes del PP autonómicos, en concreto al lado de Aguirre y enfrente de González, y según los asistentes este tema no se tocó. Por el momento, el presidente tiene otras preocupaciones; y está previsto que este domingo las ponga en valor: economía, paro, Cataluña y corrupción. Estos serán los cuatro ejes del discurso de Rajoy que se espera «largo». Un discurso que es muy posible que no consiga eclipsar al del presidente de Honor; aunque lo intentará. Después del 'rapapolvo' del expresidente del Gobierno, Rajoy necesita volver a presentarse como un 'gran líder'. Este sábado fue arropado por sus tres vicesecretarios, Carlos Floriano, Javier Arenas y Estaban González Pons le calificaron como el «mejor presidente que podía tener el PP y España»; pero este domingo tiene que demostrarlo.