Prohibido llevar a cabo cualquier servicio en solitario. Prohibido salir a la calle sin chaleco antibalas, incluso para los hacen guardia a la entrada de los cuarteles. Ésta podría ser la hoja de ruta de militares en zona de conflicto. Nada más lejos de la realidad. Se trata de órdenes dadas a la Policía en territorio español, más en concreto en Torrevieja. La amenaza yihadista ya no sólo atemoriza a los ciudadanos, sino también a aquellos que deben protegerlos.
La profesión policial siempre se ha considerado como una de alto riesgo. Es más, los agentes que velan por la seguridad de los ciudadanos han entregado su vida en numerosas ocasiones. Pero quizás las últimas semanas han sido las más complicadas para ellos. Desde altas instancias se ha fortificado la idea de que España puede sufrir un ataque terrorista y las medidas tomadas han llevado a una cierta ‘psicosis’ al cuerpo.
Es obvio, que existe una alarma social y que el miedo se ha apoderado de parte de la sociedad. Los casos de Atocha o la falsa alarma en Nuevos Ministerios y Barajas han puesto de relieve la situación de inquietud. Todo ello provocado por un paso amargo e impulsado por los ataques terroristas y las diversas detenciones e informaciones sobre cédulas en España. La situación de nerviosismo es real, ya sea por circulares, mensajes oficiales o ‘mensajes no oficiales’, como los mensajes de WhatsApp enviados entre los mismos agentes.
Asimismo, se debe recordar la muerte en acto de servicio de Ignacio Cosidó tras ser arrojado a las vías del tren en la estación de Embajadores. Incluso, aún más si cabe, al recordar que no se trata de un hecho aislado. El detenido lo intentó en otra ocasión y otros agentes han denunciado casos parecidos.
Aunque Francia se convirtió en el epicentro las zonas limítrofes también se encuentran en alerta máxima. La última noticia ha sido la detención de cuatro yihadistas en Ceuta que poseían en sus domicilios armas, uniformes militares y pasamontañas. El mismo ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha suscrito que los detenidos podrían tener intenciones de inmolarse en suelo español.
Policía armada a la vista
Tras los atentados de París, los ciudadanos madrileños han podido sentir durante varios días como se ha intensificado la presencia policial. La capital escenifica de manera muy visible el estado de alerta terrorista 3 (intensidad baja), que durante algunos días ha contado con una llamativa presencia policial en las calles. La élite de la Guardia Civil, conocida como unidad de intervención de élite (UEI) fue desplegada en diversos puntos estratégicos de Madrid.
La UEI es la máxima expresión de la élite de la Guardia Civil en lo que a intervenciones policiales se refiere. Está especializada en asaltos antiterroristas a aviones secuestrados, lugares públicos con rehenes y operaciones de la máxima precisión operativa. Son, en resumen, el equivalente a los GEO del Cuerpo Nacional de Policía. Su base operativa está en Valdemoro, a pocos kilómetros al sur de la capital. Ahora, la UEI ha sido reemplazada por la Efectivos de los Grupos de Seguridad y Reserva de la Guardia Civil (GRS).
España establece sus niveles de alerta antiterrorista en cinco: El Nivel de Normalidad (sin riesgo de atentado), el Nivel 1 (riesgo medio de atentado), Nivel 2 (riesgo alto de atentado), Nivel 3 (riesgo muy alto de atentado), Nivel 4 (riesgo extremo de atentado). Dentro de cada nivel hay dos grados de intensidad: baja y alta.
Últimas decisiones
Los mandos policiales han tomado varias decisiones que denotan la situación de alarma. Estrella Digital desvelaba como a las unidades antiterroristas les suspendían todos los permisos, libranzas o vacaciones.
Una de las últimas decisiones se ha dado con un documento en el cuartel de Torrevieja. Mediante correo electrónico se ha hecho saber a todos los efectivos que será obligatorio el uso de chalecos balísticos cuando los agentes se encuentren fuera del Cuartel o aquellos que vigilen la puerta.
También hace apenas unas semanas, después del episodio de Atocha, se puso en marcha la antigua ‘Circular 50’ que llevaba en el cajón más de una década. La ‘Circular 50’ es un protocolo que la Policía pone en marcha ante ataques terroristas. Llevaba 10 años sin usarse, desde que en 2005 se actualizase debido a los atentados en Atocha el 11 de marzo de 2004, en el que se pensó que había que reforzar el protocolo del modo de actuar del Cuerpo Nacional de Policía. El 2 de enero, y tras la alarma por un atentado terrorista en la estación de Atocha, se ha visto necesario sacar del cajón aquel Protocolo que llevaba una década cogiendo polvo.