La lucha continúa para los enfermos de Hepatitis C. Alrededor de medio centenar de miembros de la Plataforma de Afectados por esta enfermedad se ha echado a la calle una vez más para manifestar su rechazo a las declaraciones en televisión de una de las exdirectivas de la farmacéutica Gilead tras justificar su coste de una manera «desdeñable». Lo han hecho frente a la sede de la Gilead en Madrid para protestar también por el abusivo precio del medicamento 'Solvaldi' con el que pueden tratar su enfermedad.
El vicepresidente de la Plataforma de Afectados por Hepatitis C, Damián Caballero, ha criticado a la farmacéutica por lucrarse con unos «beneficios salvajes» y ha denunciado que el precio de 'Sovaldi' es un «atentado» contra la población porque «no hay sistema público de Salud que lo aguante».
En este sentido, ha recordado que cada día mueren en España 12 personas a causa de esta enfermedad, una cifra que irá en aumento a medida que vaya evolucionando la dolencia de las miles de personas que la sufren en el país, y se ha quejado de que el Ministerio de Sanidad todavía no haya contactado con la PLAFHC y sólo haya recibido a asociaciones de afectados «subvencionadas» por la Administración.
Por todo ello, ha recordado que presentarán la próxima semana una querella criminal ante el Tribunal Supremo (TS) contra las autoridades sanitarias por restringir el acceso a los medicamentos de última generación y ha anunciado que acudirán a la próxima Gala de los Goya para evidenciar públicamente su situación. «Las camisetas rojas se van a ver en los Goya», ha subrayado.
Entre los afectados se encontraba una mujer de 48 años de edad a quien diagnosticaron hepatitis C hace 25 años y hace 7 cirrosis, Elsa Tobeña, quien ha denunciado que el Gobierno no le financia un medicamento con una posibilidad de éxito del «90 al 98 por ciento porque es muy caro». «Tengo alto riesgo de padecer cáncer hepático o de que se me descompense el hígado y necesitar un trasplante», ha expresado.
En el caso de la madre de Teresa Torrado, María Teresa Casa, el medicamento llegó «tres días antes de fallecer» cuando ya no se podía hacer nada por su vida. Teresa ha lamentado que si le hubieran suministrado antes 'Sovaldi' su madre aún «estaría aquí». «A mi no me la van a devolver, pero esta gente tiene toda la vida por delante», ha zanjado.