Solo se habla de quien no estaba en la Asamblea de Madrid, que no ha ido a su escaño –al que va a renunciar inminentemente– tras pasarse el día en los platós de las teles. Pasadas las cuatro de la tarde, mientras sonaba la sirena que apremia a los más rezagados, los diputados que ya estaban dentro de la sala tomaban asiento en sus correspondientes escaños. Nadie en el de Tomás Gómez y José Quintana en el de Maru Menéndez. Un lío de sillas que el propio Quintana ha explicado a su llegada al Pleno ante una nube de periodistas. El portavoz del grupo socialista en funciones y su ‘número 2’ han renunciado a su acta de diputado. Menéndez lo ha hecho esta misma tarde, minutos antes del inicio de la Sesión de Control al Gobierno regional, y Gómez lo hará la semana que viene. Una decisión que el propio Gómez ha evitado explicar en público, porque ha sido el gran ausente de la tarde. “Hemos hablado esta mañana y me ha dicho que no se iba a poder acercar”, confirmaba Quintana.
La actitud beligerante de Gómez ha ido perdiendo fuelle a medida que ha ido avanzando el día. El miércoles protagonizó una rueda de prensa casi épica, escoltado por militantes y compañeros, ovaciones, discurso emocionado en el que declaró la guerra a su formación y para acabar manifestación improvisada en la sede de Ferraz de decenas de militantes y simpatizantes de Gómez. Este mismo jueves, aferrado a su cargo, ha dado el pistoletazo de salida a su ofensiva y ha registrado el recurso ante la comisión de ética y garantías del partido. Después, ‘tournée’ televisiva, visitas a platós y conexiones en directo en los magazines matinales. Y mientras, miembros del servicio de seguridad de Ferraz cambiaban la cerradura de la sede socialista de Callao para protegerse de los ‘insurrectos’. Gómez se ha enterado de la noticia a través de un pinganillo durante una de sus intervenciones en directo. “Por lo menos, que me dejen llevarme mi miniatura de Vespa”, ha pedido el derrotado.
A pesar de la exhibición de autoridad del equipo de Pedro Sánchez y Rafael Simancas, Gómez ha optado por seguir negando órdenes. El presidente de la comisión gestora, presidente de la “única dirección” de los socialistas madrileños, ha explicado este jueves a mediodía que no se iban a producir alteraciones en el transcurso del Pleno en la Asamblea de Madrid. Pero Gómez no se ha presentado, ha decidido renunciar a su pregunta y ha sido uno de sus compañeros el que ha anunciado el bombazo: deja su acta. Y su ‘número dos’ también. Después de su elocuencia en las cadenas de televisión, guarda silencio.
La Sesión de Control se ha desarrollado con tranquilidad durante los primeros minutos. Rifirrafe entre Izquierda Unida y el Ejecutivo sobre la controvertida ‘operación campamento’, en un tono más rebajado de lo habitual. También se ha notado la ausencia de Gregorio Gordo, que ha faltado a la cita por un problema personal. La pregunta de Gómez ha sido retirada. De hecho, nadie se ha acordado de él hasta pasadas dos horas del inicio del Pleno, sobre las seis de la tarde. Eusebio González, presente junto a Gómez en la rueda de prensa del miércoles, se ha referido a su compañero cuándo le ha preguntado a Lucía Figar sobre educación. “No se fie porque no esté aquí Tomás Gómez”, ha advertido González. Ha querido dejar claro que seguirán luchando contra las políticas del Gobierno regional “con personas como Tomás Gómez y con el propio Tomás Gómez”. Por su parte, la consejera de Educación ha respondido con semblante serio que su bancada “no tiene ninguna alegría porque el señor Gómez no esté aquí’. Otras dos horas después, casi a las ocho, los socialistas han vuelto a mencionar la figura de Gómez. Lo ha hecho José Manuel Freire: «Doy las gracias a Tomás Gómez en nombre de los pacientes enfermos de Hepatitis C».
Parece que Tomás Gómez ha decidido tirar la toalla. Fuentes socialistas comentan a este diario que es “cuestión de ética” y además su “margen de maniobra es muy limitado”. Las mismas fuentes explican a Estrelladigital.es que es casi seguro que su recurso presentado ante la comisión federal de ética y garantías “no le va a dar la razón”. “Eso significa descalificar la decisión de la Ejecutiva Federal y eso sería una crisis en el PSOE que a nadie se le pasa por la cabeza”. Las mismas fuentes afirman que lo “único que le queda” son dos opciones, o bien emplear la vía judicial y acudir a los “tribunales”, o por otro lado, recurrir a la vía política y tratar de impulsar el debate en el próximo Comité Federal, “aunque tampoco conseguirá mucho”. Tras la beligerancia de las últimas horas, reina la falsa calma en las filas socialistas.