La cumbre del socialismo europeo en Madrid ha tenido como 'leit motiv' la necesidad de parar las políticas austeras de los Gobiernos conservadores europeos. El anfitrión de la cita, el líder del PSOE Pedro Sánchez, ha aprovechado para denunciar que las recetas de la derecha española contra la crisis sólo están creando trabajos precarios y mal pagados, generando millones de trabajadores pobres y aumentando la desigualdad a niveles «sin precedentes».
Ante 40 dirigentes socialdemócratas europeos -entre ellos el primer ministro francés, Manuel Valls, y el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz- y arropado por el expresidente del Gobierno, Felipe González, Sánchez ha cargado contra las políticas del Ejecutivo de Rajoy porque están «lejos de resolver los problemas del paro estructural y juvenil» que sufre España, y en clave electoral ha defendido con vehemencia la necesidad de que el PSOE gane las elecciones de este año para «restaurar los derechos sociales y laborales» y luchar para combatir la «creciente» desigualdad.
Gonzáles apuesta por parar el «austericidio»
El encargado de inaugurar la reunión ha recaído sobre el expresidente del Gobierno, Felipe González, quien ha apostado por la necesidad de parar el «austericidio» en Europa y ha llamado a los partidos socialdemócratas a asumir el liderazgo que permita devolver su «identidad» a la Unión Europea tras unas políticas frente a la crisis que han sido «equivocadas» y le han hecho perder relevancia a nivel mundial.
González también ha lamentado que «la UE está perdiendo relevancia para sus ciudadanos y para el mundo y solo una reacción auténtica del partido de los socialistas y demócratas europeos puede permitir cambiar el rumbo de esta Europa que cada vez se une menos y cada vez tiene más la enfermedad del nacionalismo». Frente a ello, ha dicho, lo primero que hay que hacer es reconocer que «las políticas europeas de lucha contra la crisis han sido equivocadas» tanto en sus aspectos coyunturales como estructurales. Por contra, en Estados Unidos, «aunque no sea nuestro modelo», su respuesta le ha permitido «combatir el déficit, la deuda, crecer, generar empleo y prepararse para una economía altamentemente competitiva que les dé un nuevo papel dentro de la globalización».
Agenda progresista europea
El líder del PSOE ha defendido que hace falta que los partidos socialdemócratas alcancen el poder en Europa para poder poner en marcha una «agenda progresista europea» para derribar las políticas conservadoras que actualmente están «minando la cohesión social» en toda Europa. Aunque ha reconocido que «lo peor de la recesión» en la UE ya ha pasado, el anfitrión de la cumbre socialista ha señalado que el crecimiento es demasiado bajo y los niveles de desempleo son todavía inaceptables, a lo que se suma el riesgo de la deflación.
El máximo dirigente del PSOE ha asegurado, además, que el socialismo europeo está proponiendo soluciones alternativas basadas en la solidaridad, el crecimiento económico y las políticas sociales y empleo. De hecho, ha subrayado que «gracias» a sus «esfuerzos», Europa está ya cambiando su rumbo: el Banco Central Europeo está finalmente impulsando el crecimiento; el Plan Juncker, aunque «insuficiente», va a favorecer la inversión y la Comisión Europea ha reconocido por fin la necesidad de flexibilizar los objetivos fiscales. Sánchez ha defendido que todos estos cambios son avances «positivos», pero ha insistido en que están lejos de ser suficientes para reactivar la economía plenamente. Por esto, ha recordado, el PSOE ha propuesto un pacto europeo por la competitividad, el empleo y la cohesión social .
España sabe que el terrorismo se puede derrotar
Sánchez ha dejado de lado las diferencias con la derecha sólo a la hora de hablar del terrorismo, cuando ha reivindicado el pacto cerrado con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. «Era lo que había que hacer», ha defendido, al explicarlo ante sus compañeros.
El máximo dirigente del PSOE ha recordado los atentados sufridos recientemente por Francia y Dinamarca y ha lamentado que España «desafortunadamente» también ha sufrido «terriblemente» los efectos del terrorismo, tanto nacionalista como yihadista. «Y sabemos que puede ser derrotado», ha recalcado.
Para ello, ha defendido que los europeos deben permanecer juntos, unidos, y hacer frente a esta gran amenaza que quiere desafiar el modo de vida europeo y sus libertades. «Aquí en España, los socialistas y el Gobierno hemos hecho a un lado nuestras diferencias políticas y hemos firmado un pacto contra el terrorismo yihadista», ha dicho, afirmando que se alegra de que este razonamiento lo haya apoyado ya el Parlamento europeo.