Las aguas andan revueltas en el número 13 de la calle Génova. Y esta semana que acaba de arrancar no está ayudando a que se calmen. Madrid y Melilla se han convertido en el epicentro del terremoto. Mientras, parece que Valencia, la otra plaza complicada, se decanta por el continuismo. Pese a la baja popularidad de Alberto Fabra y su controvertida gestión, todo apunta, según confirman fuentes 'populares', a que Rajoy hará uso de su estrategia de los cero cambios en Valencia, nombrando candidato a la Comunidad al 'heredero' de Francisco Camps y al Ayuntamiento a la histórica Rita Barberá, y gastará todas sus energías en Madrid. Una decisión que por cierto está al caer. Según confirman fuentes 'populares', todo está listo para que el Comité Electoral Nacional que preside Alicia Sánchez Camacho se reúna esta semana y certifique la decisión final, que en cualquier caso será tomada en última instancia por Mariano Rajoy.
Claro que mientras esta reunión se produce, hay dos 'populares' que no duermen tranquilos. Por un lado, el madrileño Ignacio González, al que las últimas informaciones publicadas (presiones a la Policía para evitar que se hable de su ático, y las supuestas primas a jueces cuya pago fue encargado a la empresas Indra por su Gobierno) han puesto entre las cuerdas. Y por otro lado, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, citado a declarar como imputado por el Tribunal Supremo. Ambos han puesto en una situación complicada al partido, que tendrá que decidir en estas próximas horas sobre su continuidad al frente del mismo. Dos casos, eso sí, ante los que el partido ha reaccionado públicamente de manera diferente.
El director de la campaña del PP, Carlos Floriano, compareció este lunes en la sede nacional una hora después de que lo hiciera el presidente de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos para desmentir las informaciones publicadas por el diario El Mundo, presentarse como víctima de una caza de brujas y acusar de «chantaje» y «extorsión» a dos comisarios de la Policía, José Villarejo y Enrique García Castaño, por intentar -según siempre la versión del presidente madrileño- que él retirase sus denuncias por la investigación «ilegal» que la Policía llevó a cabo sobre su ático en Marbella. Unas horas antes, el Supremo también había citado como imputado a Imbroda. Sobre este caso, Floriano sí dejó claro que el partido cerraba filas en torno a él. «De fondo sólo hay una decisión administrativa que tomó con todos los informes a favor. Es una imputación administrativa», explicó Floriano. Sobre González, sin embargo, no se pilló las manos y se limitó a señalar que la decisión la tomaría el Comité Electoral Nacional.
«Aguirre parece que irá seguro en la lista al Ayuntamiento, González es el que está dudoso para la Comunidad«. Esta es la teoría que lleva propagándose como la pólvora en Génova durante las últimas semanas. Y parece que ahora cobra más sentido que nunca. Tras la última Convención Nacional del PP parecía que todo estaba cerrado. Risas cómplices, palmadas en la espalda y se había concedido a última hora un minuto de gloria a González durante la clausura pese a que inicialmente no estaba previsto. En el PP madrileño daban por segura la candidatura de González y dudosa la de Aguirre. Pero las tornas han cambiado. Las encuestas internas del partido colocan mejor a la lideresa de los 'populares' madrileños para el Ayuntamiento de Madrid, que durante el último cónclave conservador ya fue recibida en el Palacio de Congresos de Madrid al grito de «alcaldesa, alcaldesa».
Circula una teoría en el PP que alerta de que el sector marianista no quiere en Madrid un tándem González y Aguirre; y que apuesta por dejar sólo a uno. Hasta el momento, todo parece indicar que las encuestas sitúan a la presidenta del PP de Madrid mejor, lo que según esta teoría dejaría fuera a González. El presidente madrileño no dudó en evidenciar este lunes que se siente perseguido por algunos de sus compañeros. Por eso, respondió pasando al ataque e insistiendo públicamente en que él quiere ser el candidato del PP a la Comunidad de Madrid: «Recordar a los chantajistas que quien decide es el partido a efectos electorales y no estas malas praxis». Como recambio suena sólo un nombre con fuerza, el de Cristina Cifuentes. Otros, como el que acaba de surgir, el del director de comunicación de la campaña del PP, el televisivo Pablo Casado, «no se trata más que de una intoxicación», alertan fuentes del PP de Madrid consultadas por estrelladigital.es.
Por el momento, todo es una incógnita, y todo el mundo en el PP sabe que la última palabra la tendrá Rajoy. Tiene de plazo hasta finales de marzo para hacer públicos estos controvertidos nombres, y aunque el Comité Electoral tiene previsto reunirse esta semana, muchos 'populares' no descartan que aplace un poco más el anuncio de los nombres más polémico. En Génova circula la idea de poder presentar oficialmente a todos los candidatos en un acto que podría celebrarse el próximo 21 de marzo, día de reflexión en Andalucía. Ahora bien, como la decisión depende de una persona a la que le gusta mantener el misterio hasta el final, los planes iniciales que manejan los conservadores podrían variar.
El presidente Rajoy ha sido preguntado este martes en Moncloa, durante la comparecencia que ha protagonizado junto al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de visita oficial en Madrid, por la idoneidad de que Ignacio González -que acaba de acusar a la Policía de chantajista- puede ancabezar la candidatura del Partido Popular. El líder del Ejecutivo ha esquivado la cuestión diciendo que esa decisión se «tomará en el seno del partido», intentando diferenciar ambas esferas. Y en lo que al chantaje respecta, se ha limitado a remitirse a la investigación que el Ministerio de Interior ha abierto sobre este asunto.