Poco más del 15 por ciento de los inscritos en Podemos ha ejercido su derecho a voto en las primarias del partido para conformar sus candidaturas para las elecciones generales, un proceso que ha dividido el partido por ser interpretado por algún sector como un intento de la dirección de Pablo Iglesias de controlar la composición de las listas.
Los más de 380.000 simpatizantes e inscritos en Podemos han podido votar a sus candidatos desde el pasado viernes, día 17, hasta las 00.00 horas de este miércoles, día 22. En total, han ejercido su derecho a voto 59.723 personas, poco más de un 15 por ciento del censo, según ha informado Podemos en su página web.
Los resultados de las votaciones no se conocerán hasta este viernes, cuando los comunique el presidente del Comité Electoral de Podemos, Pablo Echenique, en una rueda de prensa en la sede del partido en la capital.
El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, alegó el pasado lunes que la participación se preveía escasa por diversos factores, como la poca rivalidad que a priori existe para la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno, que Pablo Iglesias afronta sin competidores de peso. También asumió que «las fechas no acompañan» y, además, argumentó que una persona puede inscribirse para participar en una votación en concreto pero no le interesa otra convocatoria.
Los inscritos han tenido que elegir entre un total de nueve equipos entre los que el favorito es el encabezado por Pablo Iglesias, que incluye a su núcleo más cercano.
Esta situación se da después de que los dirigentes más críticos, como la líder andaluza Teresa Rodríguez, el eurodiputado Miguel Urbán o el secretario general de Aragón, Pablo Echenique, se negaran a competir presentando una lista alternativa.
Esto hace que sea más que previsible que Pablo Iglesias sea elegido candidato a la Presidencia del Gobierno y su equipo de 65 personas se haga con los principales puestos de la formación 'morada' al Congreso de los Diputados.
De ella forman parte numerosos dirigentes de la formación a nivel estatal, autonómico o municipal y el equipo más próximo a Pablo Iglesias: Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Irene Montero, Sergio Pascual, Rafael Mayoral o Luis Alegre. Pero además, incluye a un reducido grupo de profesionales independientes, como la excandidata de IU y promotora de Convocatoria por Madrid, Tania Sánchez, o el exvocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) José Manuel Gómez Benítez.
Además, otra de las listas presentadas a las primarias, 'Territorios Claro Que Podemos', incluye también a personas afines a Pablo Iglesias y suma las posibilidades de reunir en las candidaturas a próximos a la dirección nacional.
Del resto de listas destacan las que han presentado desde comunidades como Andalucía o Asturias colectivos críticos con la circunscripción única fijada por la dirección nacional para votar las candidaturas. Su objetivo, reivindicar el peso de los territorios en la elaboración de las listas.
Es el caso de la lista 'Utopía y Dignidad' encabezada por el alcalde de Marinaleda (Sevilla) y líder nacional de la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), Juan Manuel Sánchez Gordillo, el portavoz nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego Cañamero, y el director de cine Benito Zambrano, las tres personas con más peso de las que se enfrentan a los candidatos de Iglesias.
El proceso puesto en marcha por la formación a principios de julio para conformar sus listas al Congreso y al Senado ha generado la mayor rebelión interna que ha vivido Podemos desde que naciera hace un año y medio.
El modo de elaboración de las listas provocó que más de 900 cargos autonómicos y locales del partido –incluidos los secretarios generales de Andalucía, Navarra y Asturias, Teresa Rodríguez, Laura Pérez y Daniel Ripa, respectivamente– y las direcciones de País Vasco, Aragón, Baleares, Madrid y Asturias, rechazaran públicamente el reglamento aprobado por la dirección nacional, al considerar que ni el mecanismo ni los plazos garantizan la pluralidad ni la participación.
Entre los aspectos del reglamento que más críticas han despertado figuran, por un lado, la posibilidad de votar a equipos completos con un solo 'click', el sistema conocido como 'lista plancha'. Este mecanismo, según denuncian sus detractores, favorece a las candidaturas más conocidas, que una vez más son las arropadas por la dirección nacional y el secretario general, Pablo Iglesias.
Los críticos también rechazan el sistema elegido para conformar la candidatura al Congreso, que fija una única circunscripción a nivel estatal, en lugar de permitir que los inscritos en cada provincia escojan en votaciones diferencias a sus candidatos a la Cámara Baja. Este sistema facilita, a su juicio, que se pueda imponer desde Madrid una lista de candidatos y que éstos puedan presentarse en circunscripciones con las que no tienen ningún tipo de vinculación.