Istvan Horvath, el amigo rumano del presunto asesino de Cuenca, Sergio Morate, ha confirmado por primera vez a la Policía española que el acusado de matar a Marina Okarynska y Laura del Hoyo le reconoció los crímenes cuando llegó a Rumanía huyendo de las autoridades, según han informado las fuentes conocedoras de la investigación.
De este modo los agentes de la Comisaría General de la Policía Judicial desplazados a Rumanía mediante comisión rogatoria para tomar declaración a Horvath se traen a España una valiosa declaración que puede ser fundamental para condenar a Morate por el doble crimen de su ex novia y la amiga de ésta.
Hasta ahora, Horvath había hecho declaraciones ante los medios de comunicación o en el proceso que se sigue contra él en Rumanía por un presunto delito de encubrimiento. Morate fue detenido el 13 de agosto en su casa de la localidad de Lugoj, en Timisoara.
Morate y Horvath se conocieron en prisión. El joven rumano ha mantenido hasta ahora que el presunto asesino de Cuenca se presentó sin avisar y que le dijo lo que había hecho con las dos chicas, pero en su descargo añade que no le creyó hasta que vio aparecer a la Policía en su casa. Horvath se encuentra en libertad provisional con cargos.
La confesión de Morate –siempre según la versión de Horvath– ya podrá formar parte de la investigación que se sigue en un juzgado de Cuenca. «Todo eso se está haciendo con las máximas garantías para que tenga plena validez en el procedimiento judicial que en este momento está abierto», ha argumentado este martes el director general de la Policía, Ignacio Cosidó.
El coche, la prueba definitiva
También en el marco de una comisión rogatoria se han desplazado hasta Lugoj dos agentes especializados de la Comisaría General de Policía Científica para realizar este martes una «inspección ocular» del coche Seat Ibiza verde con el que se desplazó Sergio Morate hasta Rumanía (con las matrículas quitadas para dificultar su identificación). «Esperamos tener los resultados muy pronto», ha declarado Cosidó.
El análisis del coche es importante a la hora de hallar restos de ADN, tanto de las chicas como de alguna tercera persona que pudiera haber ayudado a Morate. No obstante, las mismas fuentes consultadas indican que los investigadores dan por hecho que el joven actuó sólo y que asesinó a las chicas sin la ayuda de una tercera persona.
Pese a todo, a partir de las pesquisas realizadas durante todas estas semanas, la Policía no descarta que alguien más del entorno de Morate supiese del crimen. Las sospechas se siguen centrando en un ex compañero suyo de prisión de origen colombiano que el mismo fin de semana en el que las jóvenes ya estaban desaparecidas disfrutó de un permiso de salida de la cárcel.
El preso tiene coartada, pues los investigadores han podido acreditar que estuvo en Alicante, pero no se descarta que pueda saber algo de lo que hizo Morate.
Fin de las declaraciones
«Los interrogatorios a todas las personas con las que el presunto asesino ha tenido contactos creo que están ya finalizados, pero por el momento, y por preservar la investigación, no podemos dar mucha información sobre el contenido de esos interrogatorios», ha dicho hoy Cosidó a la hora de explicar el estado de la investigación sobre el doble asesinato de Cuenca.
Hay otra prueba que acrecienta la certeza que la Policía ya tiene sobre la culpabilidad de Morate y su intención de fugarse. Antes de irse del país le escribió un mensaje de móvil a una sobrina suya donde preguntaba por los países sin acuerdo de extradición con España. Pero la joven no tenía archivado en su lista de contactos el número desde el que le mandó el mensaje y le preguntó: «¿quién eres?. «¿Soy Sergi?» contestó Morate, quien no volvió a dar señales.
Los investigadores policiales creen que Morate se confundió al enviar el mensaje, una torpeza que le costó cara ya que este mensaje fue aportado por la propia familia del presunto asesino cuando acudieron a Comisaría a denunciar su desaparición. Desde el primer momento la familia de Morate ha adoptado una postura de plena colaboración con las autoridades.