El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha defendido el proceso participativo del 9 de noviembre y ha asegurado que en ningún momento actuó fuera de la ley: «Legalmente no desobedecí. Políticamente hubo una rebelión democrática: pusimos las urnas«.
En una entrevista de Catalunya Ràdio, ha avanzado su estrategia para defenderse tras haber sido imputado, afirmando que aunque el Tribunal Constitucional suspendió el 9N, la Generalitat preguntó qué debía suspender y no obtuvo respuesta, de ahí que todo siguió hacia adelante: «Como no respondieron, no nos frenamos».
Mas ha hecho una pequeña cronología de los hecho admitiendo que el alto tribunal suspendió primero la consulta y luego el proceso participativo, pero ha considerado que en el segundo caso la suspensión fue ambigua y la Generalitat consideró que tenía luz verde para tirar adelante sus planes.
«El 9N fue un gran acto de plantarse ante el Estado con una rebelión democrática. Me confieso democráticamente rebelde por no dejaros poner las urnas», ha sentenciado el presidente catalán, que no ha querido polemizar con que la fecha de su declaración, el 15 de octubre, coincida con el 75 aniversario del fusilamiento del presidente Lluís Companys.
Mas ha expuesto que ese día irá a la tradicional ofrenda floral a la tumba del presidente fusilado en el cementerio de Montjuïc y después se dirigirá a declarar, y ha concluido: «No tengo vocación de mártir ni de héroe. Intento ser un modesto servidor de este país».
Asimismo, ha considerado que las elecciones del pasado fin de semana, en las que ganó su coalición soberanista, es un aval a sus decisiones tomadas con el proceso participativo: «El 27S fue el aval democrático del 9N del año pasado».
Pese ha afirmar en un principio que no desobedeció, en otro momento de la entrevista y preguntado por las negociaciones entre Junts pel sí y la CUP, ha afirmado: «¿Qué mayor desobediencia que el 9N que ha compartido querellas al propio presidente?».
El presidente catalán ha censurado que a esta situación se ha llegado por un Gobierno central «rabioso, torpe, incapaz de dialogar y herido en su orgullo», y ha criticado que presionó a la Fiscalía General del Estado hasta que consiguió que se presentaran las querellas.
Preguntado por las consecuencias que puede tener su imputación, ha afirmado que durante este proceso Cataluña podría llegar a la conclusión que no le interesa el actual «ordenamiento jurídico y decide cambiar de marco», en alusión a la independencia de Cataluña.
Mas ha concluido que el escenario podría cambiar «si en algún momento lo que se hace es crear un ordenamiento jurídico catalán con leyes aprobadas por el Parlament», y ha afirmado que, en caso de inhabilitación y bajo el ordenamiento actual, hablar de incumplirla no es un escenario plausible.