El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha confirmado este sábado su voluntad de superar este espacio para las elecciones generales del 20 de diciembre y convertirse en el candidato de toda la unidad popular, presentándose a las primarias de Ahora en Común para ser su cabeza de lista al Palacio de la Moncloa.
«Quiero ser no sólo el candidato de la IU, sino el candidato de la unidad popular», ha proclamado Garzón ante el Consejo Político Federal de su organización, el máximo órgano de dirección entre asambleas compuesto por cerca de 225 miembros, que este sábado tendrá que ratificar su hoja de ruta para la convergencia.
El diputado de IU por Málaga ha insistido en la necesidad de que IU converja con otras fuerzas políticas y sociales «rupturistas» para las elecciones generales de diciembre y él ser el candidato de un movimiento «que defienda los principios y valores de la izquierda».
«De una izquierda feminista, ecologista, rupturista, que esté con las clases populares, en los conflictos sociales, laborales y pongamos el acento en la cuestión de las clases sociales«, ha proclamado.
Garzón ha sostenido que el objetivo no son los escaños en las Cortes Generales, sino condicionar «cómo se diseña la sociedad en el futuro», logrando desbancar a PP y PSOE del poder. Todo ello teniendo en cuenta a Ciudadanos como un nuevo actor político que, a su juicio, funciona como «sostén del bipartidismo y las políticas neoliberales».
El secretario de Convergencia de IU ha presentado al Consejo Político un informe sobre unidad popular para su ratificación en el que la organización hace un llamamiento al diálogo «fluido» para la constitución de acuerdos electorales y políticos «en beneficio de la mayoría social y la clase trabajadora».
Consulta a los militantes
También dice ver con «esperanza» la existencia de «un clamor popular» a favor de una candidatura unitaria y anima a sus federaciones a participar en estas iniciativas de confluencia como las que se están gestando en Cataluña o Galicia, así como pide a su militancia que se involucre «activamente» en esos procesos.
Todo esto está sujeto a que el resultado final del proceso de confluencia sea aprobado por las bases de Izquierda Unida en una consulta a su militancia. «Pondremos toda nuestra energía, tradición y experiencia en ese propósito», ha garantizado Garzón.