Todo son incógnitas. Hace ya cuatro días que se estrelló un helicóptero con tres militares a bordo y no hay ni rastro de ellos. Las noticias que llegan desde Canarias no alientan demasiado: el Gobierno y las Fuerzas Armadas están poniendo medios y más medios para la búsqueda de los tripulantes desaparecidos, pero no hay ningún indicio del que tirar. Se baraja la opción de que los tripulantes se hayan hundido con el aparato, pero también se abre la puerta a nuevas hipótesis como el secuestro. Sea como sea, hay muchas informaciones que no encajan.
Cuando el helicóptero Super Puma del 802 escuadrón del Ejército del Aire desapareció en el Atlántico el pasado jueves a las 16:05 (hora peninsular), en la base de Gando se movilizó un dispositivo de búsqueda y rescate con un avión F-18 y un CN-235 Delta-4 que se dirigieron hacia el lugar exacto del siniestro gracias a la baliza del helicóptero. Se trata de un equipo emisor de señales radioeléctricas que se activa automáticamente con el impacto o el contacto con el agua y que envía la posición a los centros de seguimiento a través de satélites.
El tweet que desaparece
De este modo, el helicóptero estuvo localizado en todo el momento por los sistemas de rescate españoles que llegaron hasta la aeronave accidentada, aunque no les dio tiempo a recuperar el aparato antes de que este se hundiera. El Ejército del Aire llegó a anunciar en su cuenta de Twitter que el F18 había localizado a los tripulantes y que se encontraban ya a bordo de una patrullera marroquí. Pero puede ser que fuera un nuevo desliz informativo: ese 'tweet' ha sido borrado de la cuenta de el Ejército del Aire (@EjercitoAire). Lo cierto es que Defensa no ha vuelto a mencionar ese avistamiento del F18.
Posteriormente, la versión oficial del Ministerio del día del accidente apuntó a que un helicóptero “Puma” del Servicio Aéreo de Rescate de Marruecos informaba de la localización de un helicóptero flotando en el mar junto a una balsa con bengalas encendidas. La cuenta de Twiter de Defensa informaba de que la patrullera con los tres supervivientes se dirigía hacia Dakhla.
Esta información quedó desmentida por el ministro, que desautorizó todos los datos ofrecidos por Marruecos después de que, pasadas unas horas, los militares no dieran señales de vida. Tampoco hay información sobre por qué se esperó tanto tiempo para asegurar que los militares estaban a salvo, lo que ha retardado la activación de la búsqueda.
La imagen que no se publica
De cualquier forma, parece que sí hay constancia del estado del helicóptero tras el impacto porque el ministro habla de la existencia de una fotografía en la que se puede ver la aeronave sobre el agua, así como la balsa de salvamento. La salida a la luz de esa imagen podría aclarar ciertas dudas sobre el estado de la cabina, cuyo paradero sigue siendo desconocido, incluso de la propia balsa de salvamento, que estaría desplegada en ese momento. También se desconoce si ésta contaba con una baliza de señalización o, en caso de tenerla, si funcionaba, debería haber ese caso se habría tenido un control desde tierra en todo momento.
Defensa tampoco ha ofrecido muchos datos de un barco holandés que avistó el helicóptero e incluso trató de evitar que se hundiera. Lo que sí ha asegurado es que los tripulantes de esta embarcación no vieron a los tripulantes del helicóptero en la balsa.
Rastreo intensivo
La búsqueda sigue de manera intensiva por tierra, mar y aire. En el agua, hay dos zonas de rastreo para encontrar la cabina. Así, hay una primera zona en torno al lugar donde cayó el helicóptero. Allí trabajan el buque de la Armada El Camino Español y el Olimpic Zeus, un buque especializado en trabajos submarinos y que fue contratado por el Ministerio de Fomento para vigilar los posibles vertidos del pesquero ruso hundido Oleg Naydanov. Cuenta con robots submarinos que tienen capacidad para trabajar de noche. También hay unos 16 buceadores de la Armada y cuatro del buque de Fomento participando en las tareas de búsqueda. También hoy se incorporarán los cazaminas «Segura» y «Turia».
Desde el aire también se controla la zona con dos aviones de patrulla marina CN-235 del 802 escuadrón, que han rastreado durante el día un área de 400 por 60 kilómetros que abarca desde el lugar del siniestro hasta las costas del Sáhara. Un Super Puma del 802 escuadrón también ha apoyado la búsqueda.
Posible secuestro
Ante la falta de resultados en la búsqueda, Defensa baraja varias opciones, entre las que se encuentra el secuestro. De hecho, Francisco Ojeda, el padre de uno de los tripulantes, el sargento Johnander Ojeda, ha declarado que lo más posible es que se trate de un secuestro.
Por eso también se rastrea en tierra la posible localización de los militares. El ministro indicó que estaban trabajando con los servicios de inteligencia para tratar de localizarlos en los pesqueros que llegan a los puertos de la zona y está previsto que se amplíe la zona de búsqueda a Mauritania y Senegal.
Hay algunas fuentes que apuntan a que el pesquero que les rescató fuera, en realidad, un cayuco de Mauritania sin sistemas de localización y, por tanto, imposible de encontrar, lo que dejaría abierta la puerta a un posible secuestro o a que hayan caído en manos de mafias que trafican con personas de esa zona.