sábado, noviembre 23, 2024
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Los partidos ‘frikis’ y sus peregrinos programas

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Faltan menos de dos meses para las próximas elecciones generales y un elevado porcentaje de votantes aún no saben a quien votarán. Entre el marasmo de formaciones y programas hay propuestas que tal vez no saquen al país de la crisis, pero que a buen seguro interesarán a muchos ciudadanos. Ver pasar un control 'antidoping' a un político, como propone el partido Abre Los Ojos, logrará dibujar una sonrisa en sus rostros. Aunque si lo que de verdad busca es un partido que defienda la patria no dude en votar a Democracia y Libertad Popular, que se propone recuperar el Peñón de Gibraltar. ¿Cómo lo van a hacer? Muy fácil, dicen que harán cumplir a la comunidad internacional los acuerdos y resoluciones sobre la descolonización del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Ahí es nada.

No es la única medida de carácter nacionalista. La misma agrupación propone también ilegalizar a todo partido que atente de una u otra forma contra la unidad de España y perseguir a sus promotores. Que se preparen en las cárceles, porque no van a dar abasto. Entre todas estas ideas aparece también la de legalizar la prostitución y el cannabis, propia de un «partido serio», como así define al PSJ, cuyo secretario general es el polémico abogado Emilio Rodríguez Menéndez.

Pero, ¿se oculta algo detrás de tanta propuesta disparatada? El simple hecho de conseguir las firmas necesarias para concurrir a las elecciones otorga un poder a la persona o al partido político que muy poca gente conoce. Ni que decir tiene si al final consigue representación y por ello recibe alguna subvención. ¿Hay algo de negocio en todo este entramado? Aunque es imposible confirmarlo, no es falso que cualquier partido político que se presente a unas elecciones tiene acceso a un censo electoral y que podría venderlo a alguna empresa privada para su explotación como base de datos. 

Las últimas elecciones municipales en España dejaron un panorama político en el que dos fuerzas emergentes como Ciudadanos y Podemos plantaron cara al bipartidismo y presentaron batalla a los dos grandes partidos, PP y PSOE. Pero, ¿cuántos partidos políticos hay inscritos en el registro del Ministerio del Interior?; ¿cuáles son los más peculiares?; ¿alguno tiene potencial para convertirse en el 'quinto grande'?; ¿facilita la Constitución Española la creación de partidos políticos 'frikis'?

El 18 de noviembre, el BOE publicará la lista definitiva de partidos que concurrirán a las elecciones generales del 20 de diciembre. Entre los que levantarán más ampollas se encuentra el PSJ (Partido Social de la Justicia), cuyo Secretario General es el abogado Rodríguez Menéndez. EstrellaDigital se ha puesto en contacto con el ex de Nuria Bermúdez para conocer su situación actual con la Justicia y para preguntarle sobre algunas de sus propuestas. Pero de lo primero «no habla» y sobre su programa electoral, «no le interesa aparecer en un artículo con 'partiduchos' que apenas juntan a dos personas» y nos remite a sus «más de 27.000 afiliados» para calibrar la importancia del PSJ. Cabe recordar que el abogado se fugó en 2008 a Argentina en un permiso penitenciario de cuatro días tras ser condenado en un primer momento por difundir un vídeo privado del exdirector de El Mundo Pedro J. Ramírez, y después por un delito contra la Hacienda Pública. En 2014, en unas declaraciones al periódico 'El País' afirmó que «sus delitos habían prescrito» y que «estaba limpio» después de que el 30 de diciembre del año anterior un juez argentino rechazara definitivamente su extradición a España. Es muy importante aclarar si ésto es cierto, porque ninguna persona con una condena en vigor puede presentarse a unas elecciones. 

Populismo y patriotismo

Según la página web del PSJ, la formación nace en 1995 «con la intención de luchar contra la corrupción existente en los restantes partidos políticos y, en especial, en el Gobierno del PSOE, presidido entonces por Felipe González», aunque según el registro de partidos del Ministerio del Interior su fecha de fundación data de 1993. Tras ser relacionado con el partido de Jesús Gil en Marbella y su fuga del territorio nacional, Rodríguez Menénez ha recuperado la Secretaría General del PSJ y parece decidido a presentarse a las elecciones generales del 20D.

La agrupación se mueve entre el populismo de las formaciones de izquierda de reciente creación y el patriotismo de la derecha más clásica. Sus propuestas no dejarán a nadie indiferente, aunque la que más polvareda levantará será la legalización de la prostitución y la del cannabis. El resto de propuestas podrían enmarcarse perfectamente en el programa electoral de Podemos: nacionalización de empresas de interés estratégico para garantizar servicios básicos, Sanidad Pública universal y gratuita, incluir el dentista en la Seguridad Social, supresión de todos los aforamientos a políticos, suprimir la cuota de los autónomos durante los dos primeros años, prohibición de designación a dedo de funcionarios…

La publicidad del PSJ inunda las calles de Madrid estos días. Rara es la farola o poste que no tiene un folleto con la cara del abogado, las siglas del partido y la bandera de España. El 18 de noviembre se podrá comprobar si Rodríguez Menéndez va en serio o es sólo una plataforma de autopromoción.

Pluralismo político

En la actualidad existen 4.642 partidos políticos inscritos en el registro del Ministerio del Interior. Muchos de ellos apenas cuentan con tres años de historia. Uno de los factores que han influido en este 'partidoboom' es el movimiento 15M de 2011. A partir de esa fecha, son muchas las personas anónimas que se han aglutinado en torno a unas siglas, aunque en la mayoría de casos ésto es sólo un acto simbólico, porque no llegan a presentarse a las elecciones. En esta línea se encuentran formaciones políticas como Democracia y Libertad Popular; Soberanía Ciudadana; #Somos; Acción para el pueblo; AlterCiudad o Cámbialo. Todos ellos son de ámbito nacional. Las facilidades que otorga la Constitución Española para formar un partido político hacen posible esta pluralidad. De hecho, los requisitos son mínimos: una solicitud de inscripción, un acta notarial, un acta fundacional de constitución del partido político, un domicilio social y, por último, unos estatutos.

En España, existen 4642 partidos políticos

Entre estos partidos destacan Democracia y Libertad Popular, Cámbialo y Alterciudad por su organización y su movilización en las redes sociales. El primero de ellos tiene a Sara González como presidenta y se presenta como «un partido político integrado por ciudadanos de a pie, personas sencillas y trabajadoras como usted, de carácter regenerador y comprometidas con la defensa de los valores innatos del ser humano, tales como la Dignidad, la Honestidad, la Solidaridad, la Igualdad y la Libertad. Concebimos España como una Nación de ciudadanos libres e iguales ante la Ley, en un Estado unitario».

Gibraltar, español

Democracia y Libertad Popular se crea en 2013 y se moja en uno de los asuntos que más preocupa a la ciudadanía en estos momentos: la unidad de España. «DLP ilegalizará a todo partido que atente de una u otra manera contra la unidad de España, así como todo partido político vinculado con cualquier grupo terrorista. Ya que no es lícito que con los impuestos de todos los españoles se estén subvencionando partidos políticos que utilizan esos recursos económicos para acosar y derribar la unidad de España», expone su página web. Pero la propuesta más patriótica de la formación es devolver el peñón de Gibraltar a España: «El peñón de Gibraltar es Español y volverá a España. Para ello, DLP hará todo lo necesario para que se cumplan los acuerdos y resoluciones sobre la descolonización del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas».

«DLP ilegalizará a todo partido que atente de una u otra manera contra la unidad de España»

PATO, o Partido Abre Tus Ojos, nace en 2011 con el firme objetivo de dar un vuelco a la política nacional. Propone que los mayores de 16 años puedan votar, suprimir las campañas electorales, el despido de la Familia Real, y lo más importante, pactar sólo con los partidos que acepten su programa al 100%. La última sorprende porque parece más propia de una dictadura que de un partido que defiende una una democracia real.

Por su parte, Cámbialo, con sede en Huelva, parece ser la marca blanca de Podemos, o lo que algún día fue la esencia de la formación de Pablo Iglesias. La agrupación «nace para contribuir democráticamente a la determinación de la política nacional y a la formación de la voluntad política de los ciudadanos, así como a promover su participación en las instituciones representativas de carácter político mediante la presentación y apoyo de candidatos en las correspondientes elecciones». Su programa «será participativo», aunque se fundamenta en unos fines colectivos. Igualdad ante la justicia e independencia de la misma, una democracia participativa y la lucha por el bienestar social son tres de sus pilares básicos. 

Por último, AlterCiudad «es una formación política basada en una ideología republicana, socialista, democrática y ecológica que persigue el bienestar, la libertad, la igualdad, el reparto equilibrado de la riqueza, la solidaridad, el respeto por el medio ambiente y la formación integral de los ciudadanos». Es decir, otro partido más que surge en 2013 al amparo del movimiento 15M. Su principal reivindicación es una economía mixta «en la que la iniciativa privada y la propiedad privada estén siempre sujetas al principio del interés general y del bienestar colectivo».

Hasta aquí, todo correcto. Pluralismo político, campañas de autopromoción o formaciones serias, pero el escollo a salvar llega a la hora de presentarse a las elecciones. La agrupación necesita, al menos, la firma del 1% de los inscritos en el censo electoral de la circunscripción. Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria de elecciones necesitan la firma de, al menos, el 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Ningún elector podrá prestar su firma a más de una candidatura. Por ejemplo, para la lista por la provincia de Valencia se necesita al 0,1% de 1.897.264, lo que vendrían a ser unas 1897 firmas, según datos de 2008. La lista definitiva de los aspirantes a gobernar el país, el 18 de noviembre en el BOE. Estén atentos.

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