jueves, octubre 3, 2024
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La UFP acusa a Rajoy de «mentir» sobre el atentado

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El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) ha expresado su malestar en un comunicado por las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, después de que se conociera el ataque de este viernes en Kabul. Bajo el título '¿Qué razones hay para no contar la verdad de lo sucedido ayer en Kabul?', el sindicato policial denuncia en dicha nota de prensa que el objetivo del atentado, en el que murieron el subinspector Jorge García Tudela y el policía Isidro Gabino San Martín, era «claramente» la Embajada de España en la capital afgana y para muestra el relato de uno de los policías que sobrevivieron y que Estrella Digital publicó en exclusiva este sábado por la mañana.

La UFP alega que el relato de uno de los policías que sobrevivió al ataque es «la realidad de lo sucedido en Kabul y lo demás, mentiras propias de quienes no merecen ninguna credibilidad». El sindicato policial no entiende por qué se empeñan en decir que «no era un ataque contra nuestra embajada» y subrayan que la sede diplomática española en Kabul es una de las pocas que se encuentra fuera de la denominada 'green zone', el área de seguridad de la capital afgana donde está prohibida la circulación de vehículos y cuyos accesos son controlados por agentes de la policía afgana. El complejo diplomático se encuentra, de hecho, en una de las calles más transitadas de la capital donde cada día se forman largas colas de vehículos a la hora de la salida del trabajo. Su situación es «casi cómica», denuncia la UFP.

Desde la UFP afirman que la embajada está formada por tres casas contiguas conectadas con un patio común, y situadas a tan sólo unos diez metros del muro que las separa de la calle. Una de las casas se usa como embajada y consulado propiamente dicho, y la otra, como residencia del personal diplomático español. El sindicato señala que «la cercanía entre las dos casas y la calle es tal que algunas de sus terrazas tocan casi con el muro exterior del recinto, sin ningún tipo de distancia de seguridad. Eso hace que puedan ser fácilmente atacadas desde el exterior con un simple cóctel molotov o granada». Además, asegura que la puerta principal está tapiada, por lo que se entra y se sale por una puerta lateral protegida por un portón de «chapa», sin ningún tipo de protección o blindaje. El sindicato también señala que la puerta se abría por medio de un motor eléctrico, pero que éste se rompió hace varios meses, por lo que los agentes tenían que bajarse del vehículo y mientras lo empujaban con la espalda, seguía apuntando con el arma.

Sin embargo, la residencia del embajador sí que está encuentra ubicada en la 'green zone', justo al lado de la embajada de EEUU. En la casa de huéspedes que recibió el ataque viven 17 personas que trabajan para la Embajada. Cuatro de ellas están dedicadas a la seguridad estática y otras cuatro a la seguridad dinámica (3 en la embajada y 1 en la residencia del embajador). También residen seis funcionarios administrativos y tres afganos intérpretes. Pese a esas condiciones de seguridad, «todo el personal diplomático que ha vivido y trabajado allí coincide en decir que, si explota un coche bomba delante de la embajada, allí no iba a quedar nadie vivo, dada la escasa distancia que separa la calle y el edificio. El traslado de la embajada a otro lugar nunca se planteó«.

El sindicato policial también ha aprovechado la nota de prensa para brindar su reconocimiento y su cariño a las familias de los dos compañeros fallecidos.

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