El líder de IU-Unidad Popular, Alberto Garzón, esquiva por todos los medios el enfrentamiento con Podemos. Aún no ha perdido la esperanza de alcanzar un acuerdo con la formación morada y no quiere “enfadar” a Pablo Iglesias. Así explican fuentes de IU los últimos movimientos de Garzón en el Congreso: el voto a favor de Carolina Bescansa para ocupar la presidencia de la Cámara (sin haber sido debatido en los órganos de IU-Unidad Popular), así como también el fracaso en las negociaciones con Compromís para formar grupo propio.
Alberto Garzón aseguró este lunes en las redes sociales que había intentado «convencer a Podemos, como al resto, para que la confluencia valenciana tuviera grupo propio junto con nosotros. ¡Es perfectamente legal! Lamentablemente no les hemos convencido de esta fórmula». Así anunciaba el diputado de IU el fin de las conversaciones mantenidas durante la última semana para formar grupo con Compromís y su decisión de formar “grupo técnico” con ERC y Bildu.
El máximo interés del diputado de IU era formar grupo propio, puesto que la ley impide el reembolso de los gastos de envíos de cartas publicitarias y papeletas electorales a los partidos sin grupo parlamentario, un gasto importante para casi todas las formaciones (0,18 euros por elector en cada una de las circunscripciones en las que haya presentado lista al Congreso y al Senado). A Garzón le hubiera gustado que fuera con Compromís, pero no ha querido enfrentarse a Iglesias.
Garzón tenía otro as en la manga y ha hecho uso de él: en 2008 cedió diputados a ERC y ahora se ha cobrado el favor. IU ha conseguido un “grupo técnico” para cobrar las subvenciones pertinentes, y después migrar al Grupo Mixto para ejercer su actividad. Y además, advierten fuentes de IU, ha mantenido intacto otro de sus grandes objetivos: conservar sus buenas relaciones con Podemos, con el que aún no ha perdido la esperanza de confluir en caso de una nueva convocatoria electoral o colaborar en caso de que se acabe fraguando un gobierno de izquierdas.
“Aquí no ha cambiado nada. El pacto entre Garzón e Iglesias está intacto”, insisten en IU. El motivo por el que no fueron capaces de llegar a un acuerdo antes del 20 de diciembre ya no existe: José Luis Centella está fuera.
Primera brecha entre Podemos y sus marcas regionales
En las elecciones del pasado 20 de diciembre, la confluencia valenciana obtuvo 9 diputados: 3 de Podemos, 4 de Compromís y 2 independientes. La condición con la que se unieron fue la de tener grupo propio en el Congreso. Algo imposible hoy. PP, PSOE y Ciudadanos se opusieron de lleno desde el principio. El argumento es que contravendría el artículo 23. 2 del Reglamento del Congreso, que dice que «en ningún caso» pueden constituir grupo separado diputados que pertenezcan a un mismo partido ni tampoco aquellos que no hubieran competido electoralmente.
Cabe recordar que no todas las facciones de Compromís se sintieron cómodas con el pacto con Podemos. El Bloc Nacionalista Valencià, la formación mayoritaria de Compromís, se oponía a la alianza por considerarla una “venta de las siglas”. En julio del año pasado, celebraron un referéndum y finalmente cedieron porque se les prometió grupo propio en la Cámara Baja. La oposición de la Mesa a la formación de cuatro grupos propios ha sido mortal, principalmente para los valencianos, que llevan semanas inmersos en desesperadas negociaciones para desligarse de Podemos. Su principal baza era IU, pero Iglesias lo ha impedido.
Los 4 diputados de Compromís y los 2 de IU no eran suficientes para formar grupo propio. Para formar el grupo era necesaria la participación de los 9 diputados de la confluencia valenciana, incluidos los de Podemos, para alcanzar el 5% de los votos emitidos en el conjunto de España, y ahí es donde al final no ha habido acuerdo.
La estrategia de Pablo Iglesias era otra. Ante la negativa de la Mesa a que las cuatro formaciones formaran grupos parlamentarios separados, la única opción que manejaba Podemos era ir en un único grupo, organizado de forma confederal, con el que prometían a todas las voces mantener su autonomía. Y así ha sido como finalmente se ha constituido. Este martes a las 19.00 horas (una hora antes de que se cerrara el plazo para registrar grupos parlamentarios) Podemos registraba un único grupo con el beneplácito de las marcas de Galicia y Cataluña y cinco diputados valencianos.
Compromís, finalmente, no ha cedido. La formación liderada por Mònica Oltra ha optado por pedir formar grupo parlamentario propio pese a que PP, PSOE y Ciudadanos ya han avanzado que no están dispuestos a aceptar esta opción. Una guerra en la que Garzón no ha querido entrar. Este lunes, y ante la evidente tormenta que se avecinaba, el diputado de IU optó por esquivarla. Según las fuentes de IU consultadas, Garzón podía haber presionado más en la negociación, pero “no le ha interesado”. Oltra lo ha intentado hasta el último momento, pero Garzón se rindió. IU se aparta así de la primera brecha que surge entre Podemos y sus marcas regionales.