jueves, octubre 3, 2024
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Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se blindan ante sus partidos y los pactos

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La principal incógnita que no quieren despejar Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en la compleja ecuación política que estamos viviendo es a sí mismos. Ambos, enemistados, coinciden en una estrategia básica: blindar su poder interno y no perder comba para ser presidentes del Gobierno. Rajoy se somete de momento a menos contestación interna que Sánchez, pero los dos usan las mismas armas: retrasar las consultas internas, los congresos, para evitar ponerse en posición de salida, o que alguien les señale la puerta.

La situación interna en el PSOE es insostenible a este respecto. El último Comité Federal celebrado el pasado fin de semana en Ferraz ya lo puso de manifiesto. Las intervenciones de los distintos dirigentes socialistas filtradas a la Cadena Ser han evidenciado una realidad incontestable: los apoyos internos con los que cuenta Pedro Sánchez para seguir al frente del Partido Socialista son insignificantes.

Según confirman fuentes socialistas a Estrella Digital, el actual líder de los socialistas ha centrado su estrategia en lograr dos objetivos. En primer lugar, lograr ser investido presidente del Gobierno. Y en caso de que esto sea imposible, volver a ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno.

Pedro Sánchez sabe que la fórmula más sencilla para convencer a la militancia y a la vieja guardia de ser investido presidente del Gobierno, aun habiendo logrado los peores resultados de la historia del PSOE, sería contar con Ciudadanos y no con los independentistas en la ecuación. Un hipotético gobierno PSOE-Podemos-IU no contaría con los “síes” necesarios y ahí es donde está la principal preocupación de los socialistas.

La decisión de Pedro Sánchez no es sencilla. Deberá elegir entre gobernar con la abstención de los independentistas, a lo que se opone una gran parte del PSOE. O apostar por el diálogo con Ciudadanos y arriesgarse a perder el apoyo de Iglesias, que ya ha dejado claro este lunes que esa fórmula no contaría con el beneplácito de Podemos. Con el apoyo del Partido Popular nunca ha contado, pero tampoco podría hacerlo: los ‘populares’ ya han dejado claro que su voto será “no” a cualquier fórmula que no tenga a Mariano Rajoy como candidato a la Presidencia.

Esto significa que el escenario de una nueva convocatoria electoral cada día cobra más sentido, pese a que cada vez interesa menos a todas las formaciones. Mariano Rajoy no tiene los líos internos de Pedro Sánchez, pero tiene un problema aún mayor: al Partido Popular los números no le cuadran ni aunque los retuerza. Necesita la abstención del PSOE y esa opción ya está descartada en Ferraz. Antes se inmolan a unas nuevas elecciones. Y ante esta situación, la estrategia de Sánchez y Rajoy es la misma: repetir como candidatos a la Presidencia. Justo lo contrario de lo que dicen cada vez más voces en ambas formaciones.

Tanto el líder socialista como el ‘popular’ están inmersos en una batalla más: blindarse en sus respectivos partidos. El secretario general del PSOE cedió este fin de semana a que el 39º Congreso Federal, órgano en el que se elegirá al próximo secretario general, se celebre los días 20, 21 y 22 de mayo. Pero lo cierto es que la actual dirección hará todo lo posible porque no se cumplan los plazos. Si finalmente el Rey ofrece esta semana a Sánchez ser el candidato a la Presidencia esto podría agilizar los plazos. Tendría dos meses para ser investido presidente y si no lo logra se convocarían unas elecciones que previsiblemente coincidirían con las fechas previstas por el Comité Federal del PSOE. Esto podría complicar la elección de un nuevo líder socialista antes de la nueva convocatoria electoral. Aunque fuentes socialistas advierten de que aún es “pronto” para dar por supuesto nada.

«Todo es hipótesis sobre hipótesis», aseguran fuentes del Comité Federal, «lo que es claro es que el 10 de febrero es pronto para un debate de investidura, hay que hablar bien las cosas». «Pedro sigue a bloque apostando por ser presidente del Gobierno. Y si sale que no, repetir de candidato. Eso no lo va a tener tan fácil. Habrá movimientos para que repita», asegura la misma fuente. El cómo y el procedimiento, es aún una incógnita, casi táctica, en la complicada y muy dividida cúpula del PSOE.

Rajoy no convocará el Congreso Nacional 

En el caso del Partido Popular la situación es más nítida. Mariano Rajoy es la única persona con autoridad para convocar un Congreso Nacional, el único instrumento con el que cuentan los conservadores para cambiar de candidato o elegir una nueva cúpula, y ya ha anunciado que por el momento no lo hará. El PP lleva un año y medio de retraso en la convocatoria de este cónclave, y lo seguirá retrasando hasta que «no haya un nuevo gobierno”. Esto significa que él será el candidato del PP en caso de que se tengan que celebrar nuevas elecciones generales, tal y como marcan sus estatutos.

Por el momento, Rajoy no tiene ninguna intención de poner en tela de juicio su liderazgo: «Hay que respetar lo que han votado los españoles –ha asegurado– y la lista más votada la encabezada yo». Existen voces internas que considerarían apropiado que diera un paso atrás, pero aún no son ensordecedoras, como en el caso de Pedro Sánchez. Hasta la fecha, su candidatura está asegurada. Otra cosa será que se convierta en el primer presidente de la democracia que no logra ser investido presidente aún habiendo ganado las elecciones. Pero eso ya será otra historia.

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