El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no cree que la corrupción merme sus posibilidades de llegar a un acuerdo y poder ser investido en caso de que el socialista Pedro Sánchez fracase en su empeño. «De ninguna manera», así ha respondido el líder del PP cuando ha sido preguntado a este respecto. «Ha sido un problema para nosotros, pero hemos tomado soluciones para que no vuelva a ocurrir«, ha rematado.
Rajoy se ha reunido durante hora y media con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el Congreso de los Diputados. Se han intercambiado ideas y papeles. Y se han emplazado para volver a hablar el próximo martes, después de que el presidente de la Cámara Baja, Patxi López, anuncie la fecha del primer debate de investidura.
Ciudadanos y Partido Popular han quedado en constituir equipos de trabajo para estudiar las propuestas que Rajoy y Rivera se han intercambiado este jueves. Ambos han coincidido en que ha sido un encuentro «cordial», pero en el que no se ha hablado de hipotéticos acuerdos de investidura puesto que el candidato es Pedro Sánchez.
No obstante, tanto Rajoy como Rivera han coincidido en que entre ambas formaciones hay buena sintonía y existen puntos en común. Aunque también obstáculos, y uno de ellos, indudablemente, es la corrupción. Rivera ha insistido este jueves en que cree que Rajoy no está legitimado para ser presidente del Gobierno después de todos los casos de corrupción que asolan a su partido.
Sin embargo, como no ha habido peticiones de apoyo, tampoco ha habido oportunidad de pedir «un paso atrás». Rivera sí ha insistido en que cree que «el PP no ha hecho suficiente» en esta materia. Y ha advertido, dos días después del blindaje de Rita Barberá en el Senado, de que luchará contra el aforamiento de los políticos.
Rajoy, por su parte, ha presentado un documento con sus principales propuestas de acuerdo y ha dejado para último lugar la corrupción. El documento, que también ha hecho llegar al líder socialista, pese a que éste no le ha mandado el suyo, consta de «5 grandes pactos»: por el crecimiento y el empleo, para la reforma fiscal y la financiación autonómica, por un pacto social, por la educación y en último lugar, por el fortalecimiento institucional.
Es concretamente en este último punto donde pasa de puntillas por la corrupción. De hecho, consta de seis puntos, y el sexto es la corrupción. La intención de Rajoy es «fortalecer la calidad de la democracia, la prevención y la sanción de conductas contrarias al interés general, reforzar los controles y una respuesta penal frente a los casos de corrupción».
Pero nada de apartar a los imputados, como sí reclama Rivera. El PP sí está de acuerdo en «adecuar el régimen de aforamientos» y regular los indultos a políticos, pero no concreta nada más a este respecto.
Pacto PP-PSOE-Ciudadanos
Ciudadanos y Partido Popular han coincidido en que el acuerdo más favorable para España sería su unió junto al PSOE. No obstante, Rivera ha recordado que es el tiempo de Sánchez y que es con él con el que mantiene un diálogo fluido de investidura. Ha advertido de que aún no han llegado a un acuerdo concreto, pero que sí están trabajando en ello.
El líder de Ciudadanos se ha negado a hacer «los deberes al resto de partidos», pero sí ha reconocido que si Sánchez fracasa en este intento y Rajoy da un paso al frente (cómo ha reconocido que haría sin cuenta con los apoyos), estaría dispuesto a intermediar en esta 'guerra fría' que existe entre PP y PSOE.
Como punto en común entre los tres partidos ya se ha destacado uno este jueves: la petición a Bruselas de una flexibilización del déficit público que en 2016 debería situarse en el 2,8%. Rivera, después de acordar con el PSOE que para alcanzar esa cifra se necesitaría un año más, se lo ha propuesto a Rajoy y éste se ha mostrado favorable.
El PP no se ha comprometido explícitamente a nada, pero sí ha destacado que la «flexibilización» ya la pidió Rajoy en la pasada legislatura y que Bruselas se muestra compresiva en este punto con los países «serios».