Para Pilar Manjón el mes de marzo siempre es “muy complicado”. Lo es desde hace doce años. Desde que su hijo Daniel Paz fue asesinado en la estación de El Pozo en los atentados terroristas del 11-M. Ha reconocido en numerosas ocasiones que no ha superado su muerte y que piensa en él cada minuto. Lleva tatuado su nombre y viste de riguroso luto. Para ella siempre es 11 de marzo.
Asumió la dirección de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo en 2005, pero no ha sido tarea fácil. Manjón asegura haber recibido insultos y amenazas durante todos estos años. “Me han llegado a rayar mi coche con la palabra puta”, afirma. Su papel crítico con la gestión del Gobierno de Aznar le pasó factura y desde entonces se sienten discriminados como víctimas.
-¿Cómo afronta este 11 de marzo?
Lo vamos a afrontar como todos los 11 de marzo, el duodécimo año. Es un día de recuerdo, de homenaje y de actos para los que ya no están.
-¿Cree que el 11-M sigue siendo un caso abierto?
Aún no hemos conseguido información, a pesar de que la hemos solicitado, de los asesinos que huyeron a Marruecos y que están allí. Es un caso abierto porque nadie se esperaba un atentado como este y mucho menos yihadista, las leyes no estaban preparadas ni se han preparado a posteriori para recoger todas las diferencias que existen entre este modelo de terrorismo y el terrorismo que se había vivido anteriormente en España, el etarra. Por lo tanto, las condenas fueron muy bajas. De hecho, en el décimo aniversario del atentado salieron dos de los autores y están penados a doce años otros cinco que veremos ir saliendo este año de las cárceles.
-¿Cómo vivió la salida de los condenados de la cárcel?
Uno salió el ocho de marzo y el otro salió el 16 de marzo del año pasado, en el mejor momento para las víctimas y lo digo con toda la ironía del mundo porque el mes de marzo es muy complicado. Sacas fuerzas de flaqueza. Puesto que todos los que salen son extranjeros hago trámites para que las autoridades españolas firmen su expulsión de nuestro país, no quiero que sean conciudadanos nuestros y que se les imponga no volver a España como prevé la ley. Es lo único que nos queda por hacer.
Eso no pudimos conseguirlo con la banda de Asturias porque son españoles. Hemos solicitado que se dicten órdenes de alejamiento, como ocurre en todos los casos de atentados terroristas de ETA, pero no lo hemos conseguido. Nosotros tenemos víctimas en Asturias que probablemente cualquier día se crucen con alguno de ellos. Reconozco que conforme a la ley y a la sentencia ellos ya han cumplido, ya son ciudadanos, otra cosa es que también lo sean los etarras y se dicten órdenes de alejamiento de las víctimas, sin embargo, nosotros no lo hemos conseguido.
-Usted ha dicho que existen víctimas de primera y de segunda categoría
Lo sigo pensando, lo sigo afirmando y lo diré el próximo día once de marzo. Puedo poner un ejemplo. Acaban de arrancar del monumento del 11 de marzo en Parla la placa donde estaban inscritos los nombres de los asesinados de ese municipio.
Una víctima fue a llevar un ramo de flores al nombre de su hijo y pensando que habían robado la plaza fue al Ayuntamiento. Allí le dijeron que no la habían robado y que la habían llevado a un parque, donde la gente va a correr. El monumento es un todo, es una preciosidad, y como tal lo queremos. No queremos que escondan las placas del 11 de marzo y mucho menos que lo hagan en estas fechas. Así nos ha ido pasando durante todo este año electoral. Mira que se habrán hecho actos para todas las víctimas de terrorismo, pero siempre sin nosotros, nunca hemos sido invitados.
-¿Se han sentido discriminados?
Sí, por supuesto.
-Usted ha denunciado haber recibido insultos y amenazas. Le retiraron el escolta. ¿Ha cambiado algo?
No, solamente me han quitado los escoltas hace cuatro años, el resto sigue igual, las amenazas, los insultos… el otro día en un programa de televisión analizaron, poniendo como ejemplo el caso de mis insultos, la actuación de la Fiscalía en unos casos y en otros.
-¿Se ha sentido desprotegida por parte de las instituciones?
A mi no me parece normal que circulando, el que va dos coches más adelante se baje en un semáforo a aporrear el cristal de mi coche, o que aparezca mi vehículo rayado con la palabra puta.
Ninguna de las querellas que he puesto ante la Audiencia Nacional por menosprecio a una victima del terrorismo ha sido informada por el Fiscal, ni positiva ni negativamente. No han sido ni siquiera juzgadas porque no ha habido informe. Persiguen unos ‘tuits’ o a unos titiriteros, pero para lo verdaderamente ofensivo jamás encuentran a nadie.
-¿Cómo se sustenta la asociación? ¿Cuál es el objetivo a corto y largo plazo?
La financiación se ha cortado un 60% en los últimos cuatro años, pero seguimos funcionando, por supuesto.
Ahora estamos con dos proyectos preciosos en psicología con la UNED y con la Universidad Complutense porque una víctima de terrorismo tiene que asumir que va a convivir con el estrés post traumático el resto de su vida.
Seguimos haciendo muchísimos informes sociales para pagar la luz, el alquiler de una habitación, el abono transporte, libros de texto. También ayudamos a las víctimas con medicinas, hay mucha gente que quedó sorda, prótesis, prótesis auditivas que tienen precios muy altos.