Un día antes del esperado encuentro entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, el líder del PSOE ha vuelto a marcar los límites a Podemos. El recordatorio ha venido en forma de reunión entre Albert Rivera y Sánchez, un encuentro anunciado con apenas cinco horas de antelación y en el que ambos líderes se emplazaban a mejorar el pacto firmado entre ambos el pasado día 24 de febrero.
Desde entonces, Sánchez y Rivera han defendido su acuerdo y, pese a las distintas interpretaciones del mismo, no se han descolgado en ningún momento. En la reunión de esta tarde, convocada según ambas formaciones para hacer seguimiento del pacto alcanzado entre los dos partidos, han vuelto a escenificar la unión y Sánchez ha vuelto a tranquilizar a su socio.
Y no es la primera vez. Cada vez que el líder socialista ha hecho un amago de acercarse a Iglesias, se ha reunido, hasta de urgencia, con Rivera. Pasó hace 10 días, cuando Sánchez e Iglesias mantuvieron contactos vía mensajes de texto para reunirse. El secretario general del PSOE y el líder de Ciudadanos mantuvieron un encuentro en el que el socialista recordó la “plena vigencia” del pacto pese a reunierse con Iglesias.
Además de los encuentros escenificados entre los líderes de PSOE y Ciudadanos, los de Rivera llevan preparando el terreno ante el encuentro‘a dos’ entre Iglesias y Sánchez. Desde el comienzo, los de la formación naranja han criticado la reunión y las advertencias al PSOE sobre las arenas movedizas en las que se mueve al mover ficha con Podemos se han sucedido desde las filas de la formación naranja.
Las últimas, este mismo martes después de que Sánchez lanzara al aire la propuesta de un Gobierno con participación de Podemos y Ciudadanos. «Si Sánchez decide dar un bandazo y cambiar y quiere que Iglesias sea vicepresidente, consideraremos roto el acuerdo», ha dicho Fernando de Páramo, secretario de Comunicación de Ciudadanos.
Además de las reuniones entre Sánchez y Rivera, sus equipos también han seguido escenificando que el pacto sigue adelante. Nada más volver de Semana Santa tanto Ciudadanos como PSOE anunciaban un pacto “mejorado”, con la inclusión de “enmiendas” pactadas con la sociedad civil.
Cambio de ritmo de Podemos
Pese a que este martes algunos dirigentes de Podemos se han opuesto de forma contundente a la propuesta de Gobierno de coalición ‘a tres’ lanzada por Sánchez, es innegable que el cambio de ritmo viene de la mano de Podemos.
La evolución de su discurso y sus propios actos, posiblemente condicionados por las fluctuaciones en las encuestas que manejan, han terminado desembocado en la reunión de este miércoles. Los de la formación morada han pasado de querer imponer un equipo de Gobierno a Pedro Sánchez a rebajar el tono hasta el punto de asegurar que “valorarían” la posibilidad de un Gobierno en coalición con Ciudadanos.
Sánchez lanzaba la idea este martes por la mañana y el ‘número 2’ de Podemos, Iñigo Errejón, partidario de pactar con el PSOE, recogía el guante y hablaba de “avance” por parte del PSOE con esta propuesta que “valorarían”, de ser ofrecida en firme. Horas después, y a través de su cuenta de Twitter, Errejón matizaba que desde Podemos se buscan un “gobierno a la valenciana” pero no descartaba el “apoyo” (y no sólo la abstención) de los de Albert Rivera.
Hace unas semanas, este acercamiento parecía impensable. El impulso inicial de los 69 diputados de Podemos hizo salir exultante a Pablo Iglesias a mostrar a Sánchez su propuesta de gabinete y a hablar de “sonrisa del destino” ante la posibilidad de que Pedro Sánchez fuera nombrado presidente.
Por aquel entonces, los líderes de Podemos salían en tromba a cerrar la puerta a conversar con el PSOE por haber pactado previamente con Ciudadanos. Dos semanas después, tras una eternidad de ruedas de prensa y mensajes cruzados, era Pablo Iglesias el que rompía el hielo con un Whatsapp al líder socialista con el que le instaba a que se vieran. Desde entonces hasta hoy, con mareo mediático para fijar sus agendas y jaleos internos de por medio, la cordialidad parece haberse instalado entre PSOE y Podemos.