El Pleno del Congreso ha respaldado este martes de forma mayoritaria la toma en consideración de la Ley 25 de Emergencia Social presentada por Podemos a pesar de que la mayor parte de las formaciones políticas han advertido de que el texto puede no llegar a tramitarse si se diluyen las Cortes por falta de acuerdo para constituir gobierno.
Así se lo han hecho saber grupos como el PSOE, Compromís o Nueva Canarias (NC) a la formación morada, anunciando a renglón seguido su voto a favor de la propuesta, que también adoptarán otros partidos como ERC pese a lamentar que el texto sea una «chapuza» porque ni se cuantifica su coste, ni se aclara quién lo pagará ni se respetan las competencias autonómicas.
Por contra, el PP ha avanzado su rechazo a una iniciativa que considera «irreal», un adjetivo que también ha utilizado Ciudadanos que, sin embargo, optará por la abstención, lo mismo que el PNV o Democracia y Libertad (DL).
«Es un primer paso»
El secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafa Mayoral, ha recordado que la pobreza y la desigualdad no son males divinos que no se pueden evitar y ha reclamado llevar a cabo las reformas legales necesarias para «convertir en una realidad efectiva para el pueblo español» los derechos económicos y sociales recogidos en la Declaración de Derechos Humanos de la ONU.
De hecho, antes de comenzar su intervención todos los diputados morados se han puesto en pie y han blandido un librillo de dicho documento, antes de que el presidente del Congreso, Patxi López, les reclamara que tomaran asiento.
Mayoral, por su parte, ha resumido su propuesta, que pasa por garantizar un suministro energético mínimo a los colectivos vulnerables, evitar los desahucios sin alternativa habitacional porque «vulneran los derechos humanos», eliminar los copagos farmacéuticos, recuperar el derecho a la atención sanitaria de los emigrantes y de los inmigrantes, o garantizar una vivienda a las víctimas de violencia de género.
«Sabemos que nuestra propuesta no es suficiente, que faltan cosas que queremos incluir en el trámite parlamentario», ha reconocido Mayoral, indicando que su intención con esta primera iniciativa es «poder decir que la rebelión de las lágrimas terminó con el triunfo de las sonrisas» y manifestar su compromiso con las cinco reclamaciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), entre ellas la dación en pago.
La portavoz adjunta del PSOE Isabel Rodríguez ha recriminado a Mayoral que acuda al Congreso «gritando y sacando pancartas». «No hace falta, basta con traer buenas iniciativas, trabajarlas y buscar el apoyo de la mayoría. Y para que esta propuesta pudiera ser una realidad haría falta un gobierno que no sea el del PP», ha añadido.
En este sentido, ha apuntado que si Podemos no se aviene a negociar no dará tiempo ni de presentar enmiendas a la iniciativa porque decaerá cuando se disuelvan las Cortes, y ha responsabilizado a la formación morada de que se repitan las elecciones, palabras ante las que Pablo Iglesias ha respondido acusando a la socialista de «cara dura» y dándose unas palmadas en la cara, según han captado las cámaras del Congreso.
Por otra parte, Rodríguez ha recordado a los diputados de Podemos que «esto ya no va de titulares ni de tertulianos de televisión» y que este texto «deja mucho que desear». Lo más grave, que sólo se pongan «parches» a las consecuencias y no se haga frente a las causas de la situación, pero también imprecisiones sobre los beneficiarios o sobre quién pagará las medidas.
El portavoz de ERC, Joan Tardà, ha reconocido estar «sorprendido, e incluso cabreado» por la «chapuza» de propuesta que ha planteado Podemos, que no hace referencia a su texto ni a títulos competenciales, ni al respeto de los estatutos de autonomía, ni al coste o quién se hace cargo de sus medidas. «¿Ustedes legislan y las comunidades pagan? Así le invito a lo que quiera», ha ironizado.
No obstante, dado que está convencido de que no era intención de Podemos abrir este «frente» con ERC y que los republicanos catalanes coinciden con los «anhelos de justicia social» de la formación morada, Esquerra votará a favor de la tramitación del texto, pese a considerar que los catalanes sólo conquistarán nuevos derechos fundamentales mediante un proceso constituyente y de independencia de España.
Por Compromís, Enric Bataller ha reclamado «vidas dignas» para todos los españoles y ha apoyado este «plan de choque contra la exclusión y la pobreza» que permitirá a España «despertar por fin del mal sueño de que los derechos básicos reconocidos en la Constitución han de ser todavía conquistados».
Pedro Quevedo, de NC, apoya «absolutamente» la propuesta, que se centra en tres aspectos «fundamentales» que son consecuencia de unas «políticas neoliberales injustas». «Sin embargo, puede que salga adelante, pero también que se produzca el sarcasmo de que no haya quien lo aplique, porque a lo mejor no somos capaces de hacer lo que hay que hacer, constituir un nuevo gobierno. Confío en que haya tiempo para resolverlo», ha añadido.
Pablo Yáñez ha comenzado asegurando que Ciudadanos «no bloqueará un debate serio» sobre estos «problemas reales» de la ciudadanía, aunque ha advertido de que «plantear soluciones inviables y demagógicas podría acabar creando frustración entre quienes los sufren», y ha recordado que hay precedentes de partidos como Syriza, en Grecia, que «se han llenado la boca de promesas irreales» que luego no han podido cumplir al no ser capaces de «cuadrar las cuentas».
«Sus soluciones suenan muy bien pero no es posible implementarlas. Pero lanzar mensajes salvadores y promesas biensonantes sin calcular su coste cuentas no extraña viniendo de donde vienen», ha añadido, acusando a Podemos de buscar réditos electorales con este tipo de textos, plagados de «inconcreciones» jurídicas.
Por Democracia y Libertad, Miriam Nogueras ha recordado que hace años que Generalitat de Catalunya trabaja en esta línea, siempre «mirando hacia atrás para ver cuándo llega la institución española de turno a tumbar» sus normativas. «Basta, no pasaremos ni una más», ha advertido, acusando a muchos diputados de carecer de «empatía» y de «no tener ni idea de lo que piensan y sienten los ciudadanos».
El diputado del PNV Mikel Legarda ha defendido una sociedad que «no deje a nadie atrás», porque «el desarrollo económico sin cohesión social no es deseable y tampoco sostenible». Sin embargo, ha anunciado su abstención apelando a deficiencias técnicas del texto y también a la falta de sostenibilidad económica de la propuesta.
Igualmente, ha criticado que Podemos use la crisis del Estado del Bienestar para «centralizar» políticas públicas, como la pasada legislatura hizo el PP con la coartada de la crisis económica, defendiendo así el autogobierno.
Por contra, la 'popular' María Eugenia Romero ha criticado una iniciativa que constituye «un programa electoral» y una «nueva 'performance'» de la formación morada, cuyo «único hilo conductor es la llamada emergencia social» que Podemos se compromete a arreglar «en media hora» con sus «tics mesiánicos».
«Seamos serios, ya se han adoptado medidas. Se puede avanzar más, pero con medidas irreales, no. No se puede prometer lo imposible», ha insistido la diputada andaluza, para quien la propuesta es «populista», carece de encaje constitucional y supondría un gasto «desorbitado».
Por eso, y por su «pésima técnica legislativa», ha avanzado que el PP votará en contra del texto, que es un «cajón de sastre que deja vacíos normativos». «No todo vale. No cuenten con mi grupo para promesas irreales. No vamos a abrir la puerta a un caballo de Troya envuelto en celofán de buenas intenciones», ha zanjado.