Hoy hablaré con Ángel Garrido. He quedado con él en su despacho, en Pontejos, pero unas horas antes le veo pasar y entrar a comer en uno de esos restaurantes del centro, de los populares y menú asequible.
Es un hombre de apariencia discreta, que siempre tiene una sonrisa en la boca, resulta fácil y cómodo hablar con él. Nació en el 64 y en el 89 comenzó su andadura política como vocal vecino en Villa Vallecas, en el CDS de Adolfo Suárez.
Su entrada en política no le viene ni de familia ni de amigos. Fue por afinidad al Presidente Suárez. En el momento de afiliarse necesitaba avales, y era tal su independencia de la política que tuvo que ser una persona que no le conocía quien le que firmara el aval.
Hoy, ya lleva 25 años de militancia en el Partido Popular. Es un hombre conocido por ser discreto, prudente y fiel a su palabra. Durante tres legislaturas fue concejal de distrito, de lo que se siente orgulloso y con buen sabor de boca “ser concejal -presidente de un distrito de Madrid- es como ser Alcalde. Hay capitales en España que tiene menos habitantes”.
En la última legislatura en el Ayuntamiento fue Presidente del Pleno, un papel más parecido a lo que hace hoy, más de mediación e institucional. Fueron cuatro años, dice, muy enriquecedores.
-¿Te sientes reconocido en el ideario ideológico del PP?
-Mira, soy de los que creo que aquellos que dicen estar en más del 70% de acuerdo con los presupuestos políticos de su partido se lo debe hacer mirar por un profesional. Somos más complejos.
Uno puede compartir buena parte del presupuesto político del partido, eso es lo normal. Yo me siento muy a gusto en el PP y hay cosas que comparto y cosas que no.
-Eras concejal del Ayuntamiento de Madrid ¿Qué te lleva a dar el salto a la Comunidad?
-Creo que he tenido una gran suerte al poder cambiar. Después de cuatro años en el Ayuntamiento, era necesario. Ese cambio se produce por Cristina Cifuentes, persona a la que admiro en lo político y en lo personal; soy su amigo y quería estar con ella. Y además ella quiso que yo estuviera, así que fue perfecto. Tengo que decir que había un claro componente personal para integrarme en la candidatura de Cristina, y además era y es un proyecto muy ilusionante.
-Os enfrentáis a una legislatura sin mayoría absoluta ¿Cómo se lleva eso?
-Yo ya tenía experiencia en gobiernos de coalición en el Ayuntamiento (en el 89 gobernó el CDS con el PP). Así que en la Asamblea hemos recuperado algo que hacía tiempo que no existía: el diálogo. Es una aritmética distinta en la que hay que negociar con el resto de los grupos, fundamentalmente con Ciudadanos. No es nada malo, todo lo contrario; creo que en muchas ocasiones es enriquecedor.
-¿Cómo se vive en la Comunidad la alerta sobre el terrorismo yihadista?
-Nosotros no tenemos competencias en esta materia, estamos para prestar la ayuda que se requiera. Ahora lo que hay que tener es la máxima confianza en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
No se puede tener miedo y la gente no tiene miedo, después de un atentado la gente sigue yendo a los mismos sitios. La gente ha renunciado a vivir con miedo y ese es nuestro mayor triunfo.
Desde el ámbito político: máxima unidad de todos los partidos y países. Máxima cooperación internacional.
-¿Es Ángel Garrido un Consejero de la calle?
-Yo soy un ciudadano normal, siempre lo he sido y pretendo seguir siéndolo. Es verdad que mi trabajo requiere muchas horas de despacho pero procuro estar mucho tiempo en la calle, que es lo que te permite compartir y escuchar a la gente.
Uno de los grandes problemas que hemos tenido los políticos y la crítica que se nos ha hecho ha sido, precisamente, esa sensación de lejanía que algunas veces hemos trasladado.
-Has sido concejal con dos alcaldes y una alcaldesa. Defínelos brevemente:
Vamos allá.
-Álvarez del Manzano:
-Un Caballero, a la antigua usanza, un Caballero.
-Alberto Ruiz Gallardón:
-Brillante, por muchas razones, un hombre brillante.
Ana Botella:
-La persona más leal al partido. De las que se ha mordido la lengua en muchos asuntos por lealtad al partido.
-Defíneme a Cristina Cifuentes:
-Uff, qué difícil. Ahora es la Presidenta de la Comunidad, es mi jefa y es mi amiga. Cristina es una persona diferente, es alguien que en cuanto la conoces te engancha. Alguien con una capacidad innata para enganchar, con 5 minutos que estés con ella ya quedas prendado de por vida.
-¿Con quién te tomarías un café?
-Un escritor argentino, Bioy Casares. Quizá no sea de los más grandes para el público, pero a mi me gusta mucho, por muchas razones, y entre otras por su sentido de la vida.
-¿Cómo se concilia con la vida familiar?
-Se concilia como todo el mundo, como se puede.
En estos momentos donde los hombres y las mujeres tenemos casi los mismos ritmos es complicado y hay que apañarse como se puede. Y en esta vida que llevamos nosotros de tantas horas es complicado, pero al final te vas arreglando.
-¿Te dejan tiempo para reírte?
-Si, si, si. Además de tener fama de ser persona con mucho sentido del humor y de tener siempre una sonrisa en la cara, es que creo que en la vida si se va con sentido del humor es mucho mejor.
-¿Qué te produce risa?
-Las mismas cosas que a todo el mundo. Y más que lo que me produce la risa, intento ver las partes positivas, agradar a la gente, ponerle sentido del humor a las cosas que hago.
-¿Cuál es el rasgo por el que te gustaría que la gente te reconociera?
-Que soy una persona dialogante. Que en las cosas que he hecho y hago imperan el diálogo y el consenso, cediendo parte de mis pretensiones en pro de un acuerdo. Creo que el diálogo y el consenso son un valor en sí mismos.
-Una Manía.
-Tengo que leer, aunque sean dos párrafos, antes de dormir.
-Un deseo.
-Evidentemente, que la gente tenga trabajo, ese es el gran deseo. Y para mi, me conformo con estar con mi familia; mis tres hijos son fundamentales. Son, sin lugar a dudas, lo mejor que tengo.