En tiempos de crisis, las alianzas que surgen pueden ser insospechadas. Y eso es precisamente lo que ocurre ahora en Podemos. El millón de votos que Izquierda Unida (IU) obtuvo en las generales del 20 de diciembre comienza a ser un caramelo que ya nadie puede ignorar. Menos aún cuando la situación interna de la formación morada –con Íñigo Errejón cada vez más arrinconado- parece empezar a favorecerlo.
Según confirman a Estrella Digital fuentes cercanas a IU, Pablo Iglesias, Pablo Echenique y Miguel Urbán maniobran juntos para atraer a la coalición de izquierdas bajo su paraguas. Ahora, la “sopa de siglas” -tan detestada meses atrás- podría convertirse en realidad. Y las “mochilas”, que hace unos meses suponían algunos miembros de IU y el PCE, podrían haber dejado de ser un problema, al menos de momento.
Alberto Garzón y Pablo Iglesias empiezan a hablar el mismo idioma. Y las condiciones que se dan en ambas formaciones son favorables a este escenario. En el caso de Podemos, el fuera de juego en el que se halla Errejón –uno de los principales escépticos respecto a una alianza con IU-, el acercamiento que se ha producido entre Iglesias, Echenique y Urbán, hasta hace “pocos días” ‘enemigos políticos’ en Podemos, y la campaña por el “no” que abanderan los de Pablo Iglesias al pacto PSOE-Ciudadanos en su referéndum interno son algunas de las claves que explican esta nueva estrategia liderada por Iglesias.
Si la próxima semana el resultado de la consulta de Podemos es un 'no' al pacto PSOE-Ciudadanos, el sector de Iglesias ya estará en condiciones de liderar una nueva estrategia: preparar el terreno para una nueva convocatoria electoral, donde el papel de IU será fundamental.
Así al menos lo han dado a entender ambas formaciones en las últimas horas. Pablo Iglesias anunció este miércoles en los pasillos del Congreso su disposición a volver a negociar con Garzón y buscar una fórmula para concurrir juntos el próximo 26J si finalmente no hay acuerdo de gobierno antes del 2 de mayo. Y el candidato de IU-Unidad Popular también se ha mostrado este jueves favorable. Las condiciones de Garzón son las mismas de siempre: nada de absorciones ni liquidaciones, sino una confluencia que respete las siglas.
El papel de Monedero
Ambas partes reconocen que las negociaciones serán “difíciles”. Pero las posiciones son cada vez más próximas. Y el arrinconamiento de Errejón ha sido clave para ello. “El gran fallo de Íñigo fue cargarse a Juan Carlos Monedero, pero no del todo. Él ha vuelto a rearmar a la gente y lidera un discurso anti-PSOE”, explican fuentes cercanas a IU, que advierten sobre el frente liderado por Iglesias, Echenique y Urbán, en el que Monedero ha tenido mucho que ver para volver a mirar a Izquierda Unida. Eso sí, el objetivo, según estas mismas fuentes, sigue siendo hacer desaparecer las siglas de IU.
Una estrategia a la del pasado 20D, cuando concurrieron por separado a las elecciones con la esperanza de que la formación de izquierdas no obtuviera representación. La idea esta vez es agruparse bajo el “mismo paraguas”, aunque para ello tengan que recurrir a la famosa “sopa de siglas” que Podemos rechazó en tiempos pasados. “Las siglas de IU tienen que estar como sea. Deben registrarse como coalición, porque si no se arriesgan a que puedan presentarse por libre y vuelvan a competir por el mismo electorado”.
Para lograr este objetivo, Pablo Iglesias ha forjado importantes alianzas en los sectores más críticos de la formación morada. Por un lado, la de Pablo Echenique, con el que ya confrontó en la famosa Asamblea de Vistalegre, pero al que hace menos de un mes convirtió en su secretario de Organización tras deshacerse del errejonista Sergio Pascual. Y por otro la de Miguel Urbán, pieza clave para “contrarrestar a los anticapitalistas”, corriente crítica de la que Urbán forma parte, pero que “no es Teresa Rodríguez”, advierten desde IU. Según las mismas fuentes, el eurodiputado “está con Tania Sánchez (exmiembro de IU)”, una de las personas de máxima confianza de Iglesias y cada vez más fuerte en Podemos de la Comunidad de Madrid. Urbán -'enemigo' de Errejón- fue desterrado a Bruselas, “pero ha vuelto”, advierten en IU.
XX Congreso del PCE
Esto significa que Alberto Garzón cada vez está más cerca de lograr su cometido: formar un “frente de izquierdas”. Una estrategia que su partido, el PCE, avaló y apoyó el pasado fin de semana en su XX Congreso. La dirección, capitaneada por José Luis Centella, aprobó la recuperación de las competencias que el partido había cedido a IU en 1992. “De esta forma, el PCE recupera la capacidad de intervención directa y de presentarse a las elecciones. Esto significa que allí donde IU se resista a Podemos, el PCE sí podrá unirse”, advierten fuentes cercanas al PCE.
Además, este Congreso también aprobó una resolución que establece que Garzón será su candidato para las generales y para la coordinación general de IU, que se decidirá en la próxima Asamblea de la coalición, prevista para principios de junio. Una resolución que no se aprobó por unanimidad. “La dirección del PCE obligó a los dos centenares de participantes a votar a favor, pero hubo 34 votos críticos”, advierten desde el PCE. Un sector del partido comunista no está de acuerdo en la estrategia 'garzonista'.
Es más, fuentes cercanas a IU aseguran que si la confluencia con Podemos finalmente se consuma será “el final” de la histórica formación. Y lo cierto es que cada vez lo ven más cerca. En el seno de la formación de izquierdas ya dan por seguro que IU ocupará el hueco de los errejonistas en las próximas listas que elabore Iglesias si al final hay elecciones. “Garzón tiene que meter a siete de IU en las listas y con ello convencerá a la organización de su buen hacer“, zanjan las mismas fuentes.