Mikel Lejarza 'El Lobo', que propició el desmantelamiento de la cúpula de ETA en 1975, ha afirmado que la banda terrorista está acabada y que busca un final propicio para una simbolización pública de entrega de las armas, en sus propias palabras: «Busca un momento político más afín a ellos; no con un gobierno del PP, por ejemplo».
Lo ha afirmado en una entrevista de Europa Press por la publicación de 'El dosier del rey' (Roca Editorial), la segunda novela en que el periodista Fernando Rueda le convierte en personaje de una trama ficticia de servicios de inteligencia: «Estoy asombrado del escritor que tenemos. Me gusta».
Este libro está ambientado en la España de 1980: la ficción le hace seguir a una presunta traidora entre los dos bloques de la Guerra Fría, y lo hace por órdenes de la inteligencia española, aunque sospecha de que se lo encarguen por deseo de la CIA.
La novela le describe como rebelde ante algunos superiores, y él distingue durante la entrevista: «Soy muy disciplinado en lo que debo hacer y muy indisciplinado en cómo hacerlo»; en parte, para sobrevivir, cuando se infiltró en ETA para la inteligencia española y también en otras misiones.
Sobre si recibió bien o mal la noticia de la salida de la cárcel de Arnaldo Otegi y su posible candidatura a lehendakari, responde que es bueno y malo: «Es bueno porque vemos que se acaban las armas», aunque persiguen gobernar y no renuncian a la independencia.
Pero también ve algo malo: «Ya pensamos en Otegi lehendakari: pasamos página rápido; en cambio, aún no pasamos página de la Guerra Civil», ironiza, y pide respeto a las víctimas.
La primera novela de Rueda con Lejarza como protagonista, 'El regreso de El Lobo' (2014, Roca Editorial), le situaba en otro terrorismo: una investigación sobre Al Qaeda y Dubai poco después de los ataques del 11-S contra Estados Unidos.
Lejarza ya ha trabajado contra el yihadismo –«mis pequeñas cosas»– y augura que se lo derrotará porque todo terrorismo tiene fecha de caducidad, aunque éste es más difícil de afrontar y no puede eliminarse en poco tiempo.
Constata que los infiltrados son fundamentales para tener información y que España «tiene en esto agentes muy buenos, y es un país puntero en control»; y también ve clave coordinarse, sobre lo cual asegura que sí hay coordinación de la inteligencia europea.
«Pero hay intereses de fuera para que Europa se rompa, y son los que mueven las armas, etcétera», según Lejarza, que lo atribuye al dinero más que a la ideología. Ahora 'El Lobo' está «metido en el mundo económico. El dinero y el poder lo manejan todo», añade.
Jordi Pujol
También hablando de la actualidad, responde sobre el proceso soberanista: «La independencia catalana no se ha frenado bien desde el aspecto político. La inteligencia hizo su trabajo perfectamente».
«Hace más de 20 años teníamos toda la información de todo lo visto después. A lo mejor no interesaba», añade. Recuerda la información que recabaron él y su equipo desde 1990 en Barcelona, donde debía desmantelar Terra Lliure antes de los JJ.OO., y deja claro que también informaron de que el entonces presidente de la Generalitat Jordi Pujol tenía dinero en Andorra: «Lo sabíamos perfectamente».