El presidente de Cruz Roja Española, Javier Senent, solicita al próximo Gobierno una renta mínima para que las personas en situación de vulnerabilidad puedan vivir dignamente.
Senent sostiene en una entrevista con Efe que es necesario que exista una renta mínima para colectivos vulnerables como los parados de larga duración mayores de 45 años, las mujeres con cargas familiares, escasa cualificación y dificultades de acceso al mercado laboral, o los jóvenes pobres.
El número de usuarios de Cruz Roja Española ha crecido año tras año por la crisis económica hasta alcanzar el millón y medio de personas atendidas en 2015.
«Cuando se han agotado las ayudas, los ahorros y el apoyo familiar, muchas personas que estaban en entornos seguros, de repente se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad», apunta presidente de Cruz Roja.
Entre los grupos de población que más le preocupan cita a las personas mayores, debido a que «los recursos con los que cuentan no son muy abundantes», especialmente si durante la crisis han tenido que hacerse cargo de familiares.
También expresa su preocupación por las mujeres con cargas familiares, baja cualificación y afectadas por el paro o la precariedad.
La organización no solamente les ofrece ayuda económica para atender sus necesidades básicas, sino que también les facilita una capacitación para que puedan acceder a un empleo y disponer de los recursos mínimos para tener una vida sostenible.
En el ámbito de la infancia, ha puesto en marcha un programa de apoyo al éxito escolar, dirigido a niños pertenecientes a familias en riesgo de exclusión, para ayudarles a hacer los deberes y darles la merienda.
Senent destaca que los jóvenes, que viven situaciones «muy duras» por «la falta de ilusión y la ausencia de expectativas de trabajo», también plantean retos a la organización en el ámbito del empleo, la formación, la violencia de género o las drogas.
Proyectos para jóvenes
Cruz Roja Española cuenta con varios proyectos de empleo para jóvenes, que no han terminado su formación y que no se han incorporado al mercado laboral.
Les ofrece unos itinerarios programados para que vuelvan a tomar el hábito de los estudios o para prepararles para acceder al mercado laboral, con el apoyo de miles de empresas, que colaboran en su formación y les permiten hacer prácticas no laborales.
«Aprender trabajando» es uno de esos programas, que combina una parte teórica y otra práctica y que está logrando tasas de inserción laboral de casi un 55 por ciento, lo que representa «un éxito absoluto» con estos colectivos.
efe