El partido animalista está de moda. Las últimas elecciones generales han dejado patente la fuerza que la agrupación tiene en las urnas. De hecho, fueron el partido que más creció respecto a los últimos comicios generales, un 29,25% en total. Una fuerza que no se ha traducido en diputados debido a la criticada Ley D’ Hondt. Los 284.248 votos, sólo 1.367 menos que el PNV, no fueron suficientes para que el pasado 26J sumaran algún escaño, pero sí han servido para convertirse en la primera fuerza no parlamentaría. El hastío por la celebración de dos comicios en menos de seis meses, el voto amable de los demócratas que no confiaban en ninguna formación con opciones reales de gobierno y el aumento en la defensa de causas mediáticas como el Toro de la Vega. Las principales causas del crecimiento del PACMA.
Hasta hace algunos años sus papeletas pasaban inadvertidas para la gran mayoría de personas que acudían a los colegios a ejercer su derecho al voto. Sólo algunos románticos defensores de los derechos de los animales depositaban su confianza en ellos. Pero ahora PACMA se ha convertido en algo más que una fosa de votos perdidos. “Tienen margen de crecimiento e incluso pueden conseguir algún diputado en las próximas generales” afirma Nicolás Bardio, un experto politólogo.
Pero a pesar de las grandes expectativas de expansión, Bardio rebaja la euforia creada en torno a la formación animalista porque piensa que por el momento es imposible pensar que partidos como PACMA adquieran tanta relevancia como en otras zonas de Europa. “Para que un partido animalista o medioambiental crezca, hace falta que la situación económica en España fuese diferente. En Alemania y Bélgica estas formaciones son fuertes porque la calidad de vida es más alta y los ciudadanos tienen la gran mayoría de sus necesidades cubiertas, por lo que pueden preocuparse por otros derechos como los animales”, explica Bardio.
Dentro del fenómeno PACMA, se distinguen dos tipos de electores. Primero está el votante fiel que cree firmemente en su programa electoral que tiene como pilares fundamentales la defensa de los derechos de todos los animales, el medio ambiente y la justicia social. Y el segundo, el ciudadano que ha decidido votar a PACMA por el denominado ‘voto amable’. “Hay personas demócratas por naturaleza que antes de abstenerse o votar nulo o en blanco prefieren hacerlo a PACMA que defiende unas ideas con sentido común, ¿por qué quién no quiere a los animales?, pero que en realidad no tienen opciones reales de gobernar”, explica el politólogo.
En este sentido, Bardio opina que sí de verdad partidos como PACMA tuvieran alguna posibilidad de gobierno el número de sus electores descenderían considerablemente. Sin embargo, piensa que si pueden jugar un papel relevante en un futuro gobierno de coalición si siguen con su crecimiento paulatino y logran colocar algunos diputados en la Cámara Baja. “En un hipotético caso de que sacaran 20 o 30 escaños supongo que asumirían uno o dos ministerios en un gobierno de coalición y aplicarían sus políticas como la prohibición de los toros y otros elementos de su programa”, explica.
Mujeres al poder
Además de por su política animalista PACMA destaca por ser la única formación política que llevaba como candidato a la presidencia a una mujer. Silvia Barquero Nogales, presidenta del partido desde 2013 y cabeza de lista en las pasadas elecciones destaca por ser la precursora de la Fundación Equanimal, que se centra en combatir cualquier elemento que consideran explotación animal, como puede ser la experimentación con animales, las granjas peleteras y el uso de pieles como vestimenta, el abandono de animales, los circos que utilizan animales y los zoológicos, la caza y la pesca o la tauromaquia.
Pero como dice el refranero español, no es oro todo lo que reluce y en PACMA no podría ser de otra manera. En este caso la sombra de la formación se cierne sobre la figura de otra mujer, Ana Bayle García, vocal de la Junta Directiva y candidata del partido en la circunscripción de Barcelona. A Bayle la han tachado durante las últimas semanas de autoritarita, capitalista y anti activista. De hecho, la cabeza de lista pos la ciudad condal tiene una página en Facebook que exige su dimisión y no es raro encontrar comentarios desfavorables en foros animalistas de internet.
“No impediremos que haya carne en los supermercados”. Esta afirmación que realizó Bayle a unos días del 26J pudo haberle hecho perder varios votos en la Ciudad Condal. Además su tendencia a la derecha –ella misma reconoce que si no votara a PACMA, lo haría el PP- han restado impacto a la formación. De hecho, en la ciudad de Madrid consiguieron casi 5.000 votos más que en Barcelona.
Al final, la falta de definición en sus políticas podría pinchar el globo de PACMA ante unas hipotéticas terceras elecciones generales. Porque la realidad es que en su programa electoral se fijan objetivos como acabar con el maltrato animal, con el sacrificio, con la tauromaquia y con la caza, pero no mencionan en ningún momento la prohibición de la venta de carne. Lo más parecido que se puede encontrar en su programa es la creación e implantación de un menú alternativo sin alimentos de origen animal en centros educativos, hospitales, presiones… A pesar de esto, muchos veganos y vegetarianos siguen confiando en ellos al considerar que enarbolan la bandera del animalismo.
Carlos Lospitao