Las mujeres rumanas que son explotadas sexualmente en España son cada vez más jóvenes y la mayor parte de ellas tienen menos de 25 años, aunque hay muchas menores de edad, según un estudio realizado por la Fundación Surt que se ha presentado hoy en Barcelona.
Laura Sales, investigadora de la Fundación Surt, dedicada a la igualdad de género, ha explicado que «la trata de mujeres es un fenómeno difícilmente medible, tenemos pocos datos y quedan ocultos en los de la Fiscalía General del Estado, pero tenemos indicios de que el proceso de captación de las víctimas comienza en la adolescencia, incluso a los 14 años».
El estudio, en el que han colaborado ONGs de Rumanía e Italia, recuerda que las mujeres rumanas son el colectivo de víctimas del tráfico con fines de explotación sexual más numeroso en España y representan aproximadamente el 34 % del total, con 1.428 víctimas detectadas oficialmente en 2014.
Rumanía encabeza una lista a la que siguen las mujeres de China (13 %), República Dominicana (10 %), Brasil (7 %), Colombia (6 %), Nigeria (4 %) y Paraguay (4 %).
En la presentación del estudio ha estado presente la cónsul general de Rumanía en Cataluña y las Islas Baleares, Geanina Boicu, que ha mostrado su indignación por algunas conclusiones del análisis, que ha considerado «equivocadas».
Boicu se ha mostrado en desacuerdo con el punto que afirma que en numerosas ocasiones la familia de las víctimas es consciente de la actividad ilegal que ejercen sus hijas en España o Italia (los dos principales países donde hay más trata de mujeres rumanas) y que aceptan el dinero que reciben por parte de las víctimas.
«Es una vergüenza para la familia, por lo que dudo mucho que una prostituta explique que ejerce esta actividad», ha declarado Boicu, que ha solicitado que también se haga un análisis «en el país de origen y no solo en el de destino».
«También hay que analizar el medio rural y el urbano: en el rural los recursos son muy escasos y la gente no apoya la educación, pero es muy buena en Rumanía», ha apuntado Boicu.
«En Rumanía todo el mundo tiene idealizadas España e Italia. Rumanía estuvo bajo un régimen de totalitarismo, por aquel entonces no sabíamos nada del oeste: las personas que vivían en un entorno rural empezaron a crear sueños e historias con películas como «Pretty Woman», ha añadido la cónsul.
El estudio afirma que «el amor romántico es el mayor proxeneta», y que el principal gancho para captar a estas mujeres se lleva a cabo por parte de falsos novios o «lover boys»: «El traficante promete una vida en común de acuerdo a unos roles tradicionales de género, un proyecto de matrimonio y una mejora de los ingresos y del nivel de vida», ha explicado Sales.
Ante esta afirmación, Boicu ha explicado que «existen estafadores que intentan seducir a estas mujeres, que son víctimas de un engaño», y ha matizado que estas relaciones son «falsas» y en ningún caso «románticas».
La cónsul ha explicado que la prostitución callejera está prohibida en Rumanía, y que el gobierno rumano es «consciente de este problema», para el que ha iniciado campañas a fin de encontrar soluciones allí mismo o en los países de destino de las mujeres.
La fundación Surt ha anunciado que a partir de mañana iniciará una campaña de sensibilización por las redes sociales, «De Rumanía a la trampa», para hacer visible la realidad de las víctimas.
Efe