El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dado un puñetazo en la mesa. O mejor dicho, en la tribuna del Congreso de los Diputados. Y no sólo para insistir en el famoso “no es no y qué parte del no no entiendes” al candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, sino también para poner orden dentro de sus filas y recordar a los suyos que quien manda en el PSOE es él. Al menos de momento y puede que durante unos cuantos meses más si la situación de bloqueo institucional vuelve a desembocar en una nueva convocatoria electoral en diciembre.
“El PSOE votará en contra con total convencimiento, por coherencia con nuestro ideario político, por compromisos con nuestros votantes y por el bien de nuestro país”. Muchos diputados rápidamente han interpretado que esta advertencia no iba dirigida a Rajoy, que sabe perfectamente su posición, sino a todos esos miembros del Comité Federal que este martes volvieron a azuzar el fantasma de un cambio de posición tras la investidura fallida de Rajoy. «De la misma manera que ahora tenemos claro que hay que decir que no, después dependerá de la coyuntura que se abra; no podemos estar en la cerrazón del no para siempre», advertía José María Barreda.
Una posición que en las últimas semanas ya habían defendido algunos ‘barones’ autonómicos como el extremeño, Guillermo Fernández-Vara; el castellano-manchego, Emiliano García Page y el valenciano, Ximo Puig. “Si tú no puedes gobernar, tienes que dejar a alguien que lo haga”. Ésta empieza a ser la máxima coreada por varios miembros destacados del Comité Federal. Incluso Micaela Navarro, presidenta del PSOE y vicepresidenta Primera del Congreso, nada sospechosa de ser crítica con Pedro Sánchez, dejó la puerta abierta este lunes a un posible cambio de posición tras la votación del viernes. Una puerta que Sánchez ha cerrado de un portazo.
El secretario general del PSOE ha sido muy duro y contundente con Mariano Rajoy. No ha dejado margen para la rectificación. Sánchez ha dejado claro lo que piensa del Partido Popular y de su líder. “Su gestión es la suma letal de corrupción, mala gestión económica y recortes”. Y ha advertido de que el problema del PSOE con Rajoy nada tiene que ver con los últimos meses de roces y desencuentros por las negociaciones, sino que se remonta a finales de 2011, cuando el Partido Popular llegó al Gobierno y aplicó todas sus políticas económicas y sociales. “Durante cuatro años, el señor Rajoy sólo ha tenido un compañero de viaje: su propio ideario político, el más conservador de Europa”.
En su discurso ha hecho una enmienda a la totalidad al Gobierno del PP. Y con ello también ha advertido de que no es cuestión de proponer un número concreto de pactos para apoyar su investidura, sino que lleva meses avisando que la única solución es acabar con todo. “Lo que España realmente necesita no son cuatro años más de Mariano Rajoy al frente del Gobierno”, ha insistido.
La “coherencia” ha sido una de las palabras más pronunciadas en su discurso. No sólo para dejar claro que votará ahora y siempre con coherencia, sino para recriminar al que considera su principal adversario político que él no lo haga. Sánchez ha conseguido así que un cambio de posición en las próximas semanas de su partido parezca propio de un partido poco serio. ¿Habrá conseguido acallar cualquier tipo de revuelta que se pueda avecinar en las próximas semanas? ésta ha sido una de las grandes incógnitas que este jueves pululaba por el Hemiciclo, sobre todo por aquellos corrillos en los que la comidilla ha sido la inestable situación interna del PSOE y la puesta en escena que a juicio de muchos de sus señorías ha hecho de la misma. “Pedro Sánchez hoy ha querido imponer su voluntad públicamente antes de que el Comité Federal se la imponga a él”, valoraban desde el PP. No dejar lugar para una abstención con condiciones.
Madina acapara la atención de los corrillos
El PSOE lleva años siendo una olla a presión; y cada vez parece más cerca de explotar. Este miércoles no todo fueron aplausos en la bancada socialista. Eduardo Madina ha sido uno de los principales protagonistas de los corrillos políticos en el patio del Congreso. Desde la bancada ‘popular’, que está justo enfrente de la socialista, muchos parlamentarios del PP han destacado el poco entusiasmo mostrado por el diputado mientras escuchaba el discurso de su jefe de filas. No ha aplaudido y su semblante no podía ser más serio, han advertido algunas de sus señorías. Madina perdió la secretaría general del PSOE frente a Sánchez, e incluso su escaño durante seis meses después de 12 años en el Congreso, pero en los últimos meses ha vuelto a ser uno de los nombres que suena con fuera para hacer sombra a Sánchez.
Los 'populares' esperaban un discurso duro, pero sí reconocen que con él ha complicado aún más sus posibilidades de poder volver a gobernar. Si las esperanzas ya eran pocas en las últimas semanas, ahora son prácticamente inexistentes. Un miembro de la cúpula del PP ha señalado este miércoles que ahora más que nunca lo que ocurra en el País Vasco el próximo 25 de septiembre será determinante.
Elsa S. Vejo