Con un cruce de insultos y de golpes entre animalistas y vecinos y aficionados han arrancado hoy los prolegómenos del Toro de la Peña, en Tordesillas (Valladolid), sustituto del prohibido Toro de la Vega, aunque no ha habido detenidos.
Pasadas las 9.00 de la mañana, una decena de activistas contrarios al Toro de la Vega ha cruzado insultos con aficionados y vecinos del pueblo que estaban a la salida del puente, cogiendo sitio y esperando para ver el festejo.
Se han increpado y se han pegado, con un intercambio de golpes ante el que han intervenido el mismo jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, el coronel Juan Miguel Recio, y el subdelegado del Gobierno en esta provincia, Luis Antonio Gómez. El subdelegado ha resultado zarandeado.
El incidente se ha producido una hora antes de la concentración prevista en Tordesillas en favor del Toro de la Vega, que este año no se celebrará tras prohibir la Junta de Castilla y León la muerte de astados en público en festejos populares.
El festejo será sustituido por un encierro tradicional, el Toro de la Peña, que está previsto que se inicie a las 11.00 horas.
El incidente se ha cerrado sin detenidos, aunque ha habido identificados, y un portavoz de los animalistas ha sostenido ante los medios de comunicación que son pacíficos y que su presencia en Tordesillas es para defender vida animal y no para «montar gresca ni provocar»
Victoria de los detractores
«Pelado», un astado de cinco años y medio de edad, de 670 kilos y herrado en la ganadería de Jaralta, protagonizará mañana un hito histórico que los detractores del Toro de la Vega entienden como una victoria final, mientras que sus partidarios lo consideran un episodio transitorio.
El propio Ayuntamiento de Tordesillas, que preside José Antonio González Poncela (PSOE), ha emprendido una ofensiva jurídica en varios frentes contra el decreto de la Junta de Castilla y León, firmado el pasado 19 de mayo y refrendado días después por el Parlamento autonómico, que prohíbe la muerte pública de animales en festejos populares y tradicionales.
El último eslabón de esa estrategia ha sido, hace casi dos semanas, la interposición de un recurso de inconstitucionalidad basado en una supuesta injerencia o invasión de competencias municipales por parte de la administración autonómica, por prohibir, aunque sin referirse de forma expresa, un torneo que dispone de reglamentación municipal propia.
En su lugar, mientras se sustancian los recursos, el Toro de la Peña suplirá al Toro de la Vega, una justa de origen medieval documentada desde el siglo XVI, objeto de estudios etnográficos y antropológicos, y único que preservaba la suerte del alanceamiento, introducida por los jinetes árabes durante la invasión musulmana y antecedente de las actuales corridas de toros.
La ausencia de lidia, con lanceros de a pie y en montura, es la única diferencia entre el Toro de la Vega y el de la Peña, ya que el ritual se celebrará exactamente igual: día señalado, hora, escenario recorrido e incluso el nombre, ya que a este astado siempre se le ha conocido de esas dos formas.
El disparo de una bomba de mortero y el toque de reloj suelto, a las once de la mañana, marcará la salida de «Pelado» desde un camión situado junto a la Plaza Mayor, en la calle del Empedrado, que descenderá para cruzar el puente sobre el río Duero hasta alcanzar una zona cortada por la instalación de unos corrales.
A excepción de su lidia y muerte, es una reproducción fidedigna del Toro de la Vega, incluida su denominación y celebración vinculada al calendario litúrgico: el primer martes después del 8 de septiembre, día éste en que la Iglesia Católica exalta la Natividad de la Virgen, en el caso de Tordesillas la Virgen de la Peña, patrona de su villa y tierra.
El antiguo torneo, documentado en el Archivo de Tordesillas y en los libros de fábrica de la iglesia de San Pedro Apóstol, fue estudiado en 1985 por el antropólogo e hispanista británico Julián Pitt-Rivers (1919-2001), quien vinculó el origen de este festejo a ritos de purificación.
EFE