La misión en Líbano cumple hoy diez años y desde que los infantes de marina desembarcaron en la playa de la localidad de Tiro se han desplegado 23.769 militares como cascos azules de la ONU, que han realizado 154.091 patrullas, durante las cuales se ha recorrido una distancia de más de 20.000 kilómetros, equivalente a 550 vueltas a la tierra.
El 15 de septiembre de 2006 desembarcó en las playas libanesas la Fuerza de Primera Respuesta, integrada por una brigada de Infantería de Marina, con lo que daba comienzo la intervención española en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (Finul), según recuerda hoy el Ministerio de Defensa.
Pocos días después, el contingente español se hizo cargo de un Sector, como nación líder de la Brigada Multinacional Este, compuesta por un batallón español, uno indio, uno nepalí y otro indonesio, una compañía malaya y un hospital Role 2 chino.
Los militares españoles se encargan de verificar el cese de hostilidades y vigilar que ambos bandos respetan la denominada «línea azul» (Blue Line) de separación.
A lo largo de estos diez años, en la operación han participado un total de 23.769 militares, que se han instalado en la base Miguel de Cervantes, en Marjayún.
14 militares fallecidos
La misión se ha cobrado la vida de 14 militares. El primer incidente se produjo el 24 de junio de 2007 cuando un blindado de la Brigada Paracaidista sufrió un atentado que causó seis muertos y dos heridos.
El último se registró el 28 de enero del pasado año cuando falleció el cabo Francisco Javier Soria, a consecuencia de fuego israelí.
En su labor diaria, los militares efectúan patrullas a pie o en vehículo, establecen puntos de control y monitorizan permanentemente la situación en la «Blue Line» desde puntos de observación.
25 contingentes
Según datos difundidos por Defensa, en estos diez años se han desplegado 25 contingentes, que han realizado un total de 154.091 patrullas, durante las cuales se ha recorrido una distancia de 20.022.094 kilómetros, el equivalente a 550 vueltas a la tierra.
Se han eliminado minas, munición y restos de material de la pasada guerra.
Así se han realizado 1.423 misiones de desactivación, en las que se han retirado 4.424 minas y artefactos explosivos, limpiándose una superficie de 454.296 metros cuadrados, el equivalente a 45 campos de fútbol. Además realizan otras labores de ayuda a la población, entre ellas la reconstrucción de infraestructuras.
En este sentido han colaborado en 645 proyectos de impacto rápido, distribuidos en 54 localidades del sector Este y beneficiándose más de 99.000 habitantes de la región.
También realizan actividades a favor de la igualdad de género y apoyan actividades deportivas, culturales y educativas en los campamentos de verano de los niños.
Se han impartido cursos con la Policía y se ha puesto en marcha el programa Cervantes, en el que han participado en los 23 centros de 15 localidades, que ha llegado a 5.540 alumnos.
EFE