El presunto cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, habla sin tapujos. «Posiblemente en Valencia hicimos cosas irregulares con la financiación del partido», ha asegurado este jueves durante su declaración como acusado en la quinta jornada del macrojuicio contra esta trama. De hecho, Correa también ha reconocido pagos a cargos del Partido Popular. En concreto, al extesorero del PP Luis Bárcenas (que lo ha negado «rotundamente); al exdiputado por Segovia, Jesús Merino, y al exconsejero del PP en la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo (hombre fuerte de Esperanza Aguirre). Ha negado, sin embargo, pagos al exconcejal 'popular' en el Ayuntamiento de Estepona (Málaga), Ricardo Galeote. «Él no recibió dádivas», ha asegurado. Todos están acusados en la causa que se juzga en la Audiencia Nacional.
Correa ha reconoció los hechos que se describen en el escrito de acusación presentado por la Fiscalía, pero ha querido hacer algunas «aclaraciones» puesto que a su juicio hay datos «que no se corresponden con la realidad». Sí ha reconocido que Génova (la sede nacional del PP en Madrid), era como su casa. «Estaba más tiempo allí que en mi despacho», ha asegurado. De hecho, también ha admitido que la red corrupta que encabezó abonó parte de las campañas electorales del Partido Popular en Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, hechos por los que la formación conservadora es juzgada como responsable civil.
«Cuando acababa la campaña teníamos que cobrar y si me decían que nos lo pagaba un empresario, pues bien», ha explicado Correa, que también ha centralizado en su persona el pago de las «dádivas» a los políticos corruptos. «La relación con los políticos la tenía sólo yo: quedaba con ellos y les daba el sobre», ha explicado el empresario cuando la fiscal del caso le ha cuestionado cómo se abonaban los pagos en B a los cargos políticos.
También ha explicado el origen de su relación con el PP, que se remonta a 1993 después de conocer a Luis Bárcenas a través de un amigo en común. Aunque ha reconocido, que antes sus empresas también colaboraron con el director de comunicación del expresidente socialista Felipe González, Julio Feo. «Poco a poco Luis Bárcenas me dio juego. Empezamos a entrar. Éramos buenos profesionales», ha presumido el acusado. Aunque también ha reconocido que «no tenía ninguna afinidad política». Correa dice que él era «más del otro bando». De hecho, describe a Bárcenas como «un hombre duro, muy complicado y muy serio».
También ha reconoció que hizo regalos al exmarido de Ana Mato y exalcalde Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda -también acusado-. En concreto, dijo que le regaló un coche, además de que él y su familia realizaron viajes con una de sus empresas. «Yo estoy cansado a hacer regalos a las grandes empresas que me dan negocio. Eso es una práctica habitual», ha zanjado Correa no sin antes dejar claro que quien «era su amigo íntimo» era el yerno de Aznar, Alejandro Agag, con quien ha dicho que tenía «una muy buena relación» como se pudo ver en su «famosa boda».
La relación «se enfría» cuando llega Rajoy
Aunque asegura que la relación con el PP nacional «se enfría» cuando llega Mariano Rajoy a la presidencia del partido, entre 2004 y 2005, porque el considerado 'número 2' de la trama, Pablo Crespo (exsecretario de organización del PP en Galicia), «no tenía buena relación con Rajoy» y a la vez se «enfrió» su amistad con el extesorero del PP Luis Bárcenas, que le insinúo, «no con muy buenas maneras», que el vínculo empresarial no podía mantenerse con la llegada del nuevo presidente.
Aunque Correa asegura que eso no le impidió seguir trabajando con el PP. Lo que hizo fue mover su centro de operaciones: se trasladó a Valencia con la ayuda de Álvaro Pérez Alonso, «El Bigotes», cuando estaba en el gobierno de Francisco Camps. En cuanto a los regalos a políticos del PP, ha insistido en que es una práctica habitual en la empresa privada y ha criticado que se le haya juzgado por la adjudicación del stand de Valencia en Fitur a cambio de una corbata a Camps. «¿Dónde está el problema?», se ha preguntado Correa, al señalar que grandes firmas españolas como Loewe o el Corte Inglés cuentan con un departamento de regalo de empresas porque es algo «habitual» hacer regalos a clientes.
Correa, sobre Aguirre: «está totalmente equivocada»
Sobre «el origen de la Gürtel», Correa aclara que no es tal y como lo cuenta Esperanza Aguirre. «Está señora está absolutamente equivocada», ha insistido el empresario, que ha situado el origen en la localidad madrileña de Majadahonda, donde fue descubierto «por el exalcalde Guillermo Ortega». «Lo descubre el desgraciado, porque cayó en desgracia, Guillermo Ortega», ha aclarado Correa.
De la localidad de Majadahonda procedía el concejal José Luis Peñas, también acusado en esta causa y cuyas grabaciones a Correa dieron lugar a la investigación de esta trama corrupta. Sobre Peñas, Correa ha asegurado que el exedil le denunció después de negarse a darle «los últimos diez millones de pesetas» que le había pedido para hacer frente a una serie de impugnaciones que había perdido y que lo hizo por que ya «le había dado mucho dinero», por motivos que, ha anunciado, «ya saldrán» en el juicio.
A raíz de esa negativa, Peñas junto a su abogado Ángel Galindo de Boadilla del Monte «montaron todo esto», ha asegurado. Juan José Moreno, otro exedil de Majadahonda al que echaron del PP junto a Peñas, fue la primera persona que le advirtió de las grabaciones que le estaba haciendo Peñas, pero él le respondió que no le importaba y no le escuchó, ha explicado. Según ha relatado, Moreno le dijo que él no podía denunciarle a la Policía cuando él y Peñas habían pasado dos años en su casa, tiempo en el que el delator llegó a mantener una relación estrecha con su hija de cuatro años que le llamaba incluso «tío Pepe»
Elsa S. Vejo