El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha acusado hoy a su antecesora y actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, de haber controlado a los medios de comunicación de la comunidad «hasta un límite incluso desconocido en Venezuela».
Page, durante un coloquio organizado por el Club Siglo XXI, en Madrid, se ha referido a la gestión de su predecesora, de la que ha criticado no sólo ese «control» que dice que ejerció sobre los medios de comunicación, sino también la persecución política a la entonces oposición o a cargos públicos de las formaciones que integraban entonces dicha oposición.
Es, de hecho, lo que le pasó a él cuando era alcalde de Toledo, según sus palabras. «Yo me he sentido perseguido por el Gobierno de Cospedal, en términos políticos», ha dicho.
Todo ello lo ha comentado en un contexto en el que PSOE castellanomanchego negocia con Podemos la aprobación de los presupuestos regionales y, por extensión, garantizar la estabilidad parlamentaria del Gobierno que preside García-Page.
A este respecto, ha recordado que, si algo eligieron los ciudadanos de Castilla-La Mancha en los comicios de mayo del año pasado, fue que había que «desalojar» a Cospedal del poder.
El presidente, además, ha dejado claro que su cercanía política se dirige antes a Podemos que al PP de Castilla-La Mancha.
Es más: Page ha recalcado que su objetivo en la presente legislatura consiste en «reconstruir todo lo que ha destruido el anterior Gobierno» de la secretaria general del PP y aún presidenta de este partido a escala regional, algo que, a su entender, comprende cualquier persona que resida en la comunidad.
Por tal motivo, según sus palabras, es «más difícil» que llegue a acuerdos con el PP que con Podemos.
Asimismo, en un tono de más ironía, ha manifestado que, si hoy es presidente de Castilla-La Mancha, es gracias precisamente a Cospedal, lo que le lleva a celebrar que haya conseguido ingresar en el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy como ministra de Defensa, aunque sin despojarse de la Secretaría General del PP, en donde ella misma pretende continuar.
También ha bromeado Page con que su sucesor en la dirección del Partido Popular fuera Fernando Martínez-Maillo, hoy responsable de Organización. Luego, sin salir de ese tono más distendido, ha dicho: «No quiero perjudicar a este hombre, al que no conozco de nada».
Con todo, el presidente de los castellanomanchegos ha remarcado que no «tendría inconveniente» en sentarse con Cospedal para abordar cualquier negociación, aunque es una opción que le resulta remota por cuanto ya no es diputada de las Cortes de Castilla-La Mancha, sino diputada nacional y, desde el jueves pasado, titular de la cartera de Defensa.
Según sus palabras, y ya que conserva el cargo de presidenta del PP autonómico, a Page le hubiera gustado que Cospedal siguiera en la oposición, pero se fue antes, antes de que le llamara el líder del PP y jefe del Gobierno.
Igualmente, se ha mostrado abierto a tratar con los populares la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, pero ha subrayado justo después que no quiere engañar o defraudar a sus electores, porque no guarda ninguna cercanía con Cospedal.
EFE