En Ferraz se respira un cierto alivio. Pese al desplome al 17% de intención de voto del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, los votos que antes iban para los socialistas no se han trasvasado a Podemos, lo que da un pequeño balón de oxígeno a los socialistas. La caída libre del PSOE no ha sorprendido a nadie en el partido: el último CIS sólo ha puesto cifras a lo que muchos ya preveían tras la hecatombe del 1 de octubre y la creación de una la gestora para dirigir el partido.
Fuentes cercanas a la gestora que dirige el PSOE confiesan en privado que hay un cierto temor entre los dirigentes socialistas a que los afines a Íñigo Errejón -la candidatura encabezada por Rita Maestre y apoyada por Tania Sánchez- ganen la batalla de Madrid que se libra estos días en las primarias. Este viernes se conocerá la decisión de los afiliados de Podemos, que deciden esta semana quién liderará el partido en Madrid con la polémica por la venta de un piso de Ramón Espinar, el candidato de Pablo Iglesias, de fondo. La información ha sido destapada en un momento muy propicio (o muy incómodo) de cara a las votaciones, pero lo cierto es que el conflicto abierto entre los dos sectores está asentando sus posturas, en el caso de Errejón mucho más centradas y más próximas a las posturas de los socialistas que los partidarios de Pablo Iglesias.
De hecho, Errejón defendió pactar con el PSOE después de las elecciones del 20 de diciembre, cuando Pedro Sánchez se presentó a la investidura tras cerrar un pacto con Ciudadanos. Pero la postura ‘errejonista’ no caló entonces en Podemos, que se levantó de la mesa de negociación con la consecuente convocatoria de elecciones, en las que la formación morada cosechó un resultado similar a pesar de presentarse en una candidatura conjunta con Izquierda Unida.
Preocupación también entre los 'sanchistas'
La preocupación por lo que pueda pasar con Podemos y el impacto que tendrá en los votantes (o exvotantes) socialistas trasciende las paredes de Ferraz. Los críticos, que ya tienen entre manos “una estrategia y un plan claro” con Pedro Sánchez a la cabeza, también ven con recelos lo que pueda pasar con la formación que dirige Pablo Iglesias.
“Menos mal que Podemos no lo está haciendo bien y, por el momento, no está siendo capaz de capitalizar nuestro desastre” confiesa, con pesar, un exmiembro de la Ejecutiva de Sánchez. “Si lo hicieran mejor, lo íbamos a pasar fatal”, sentencia este socialista ‘sanchista’. Y este CIS, recuerdan, no recogen el impacto de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy. “Estoy convencido de que los datos ahora son incluso peores”, especula otro socialista cercano a Sánchez miembro del Comité Federal que, en este caso, considera que el impacto de lo que pase en Podemos no será tal. «Creo que depende enteramente de lo que nosotros hagamos», explica.
En cualquier caso, para los 'sanchistas', ese balón de oxígeno que les han dado los votantes socialistas que se han «escondido» en el CIS y se han quedado en la abstención debe ser aprovechado ara la celebración del Congreso Federal “cuanto antes”.
Sin congreso hasta verano
Pero la gestora descarta por completo esta posibilidad. Públicamente, varios dirigentes afines piden un debate sosegado, en el que el PSOE tiene que debatir sobre “los contenidos de la renovación” y las “propuestas, las ideas y hasta el modelo organizativo”. La fecha que barajan desde la gestora para tener un debate «global» es diciembre, lo que retrasa los demás procesos -Comité Federal, primarias y Congreso Federal-. Una manera de ir ganando tiempo para desactivar a Pedro Sánchez.y dar tiempo a otros barones.
A Ximo Puig, Emiliano García-Page y el propio presidente de la gestora, están de acuerdo don retrasar el Congreso porque a ellos no les interesa celebrar los correspondientes en sus federaciones (Asturias, Castilla-La Mancha y Valencia), de ahí que la fecha con la que juegan los dirigentes afines a la gestora es el verano de 2017, momento en el que dan por hecho que Pedro Sánchez estará más que desactivado.
Tensión interna
Además de las tensiones externas, y con la vista puesta en la actitud que tomará el partido de cara a la aprobación y/o negociación de los presupuestos, las grietas en la gestora que dirige el PSOE comienzan a abrirse. El sector andaluz, con Susana Díaz a la cabeza, comienza a despertar recelos y la posición de los barones no favorable del todo a la hora de apoyar a la presidenta andaluza.
También el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, está en entredicho porque apenas cuenta con autonomía respecto de Díaz, según explican fuentes socialistas a Estrella Digital. De hecho, ni siquiera hay un apoyo unánime a Susana Díaz para una eventual candidatura a la secretaría general del partido y vuelve a sonar, y con mucha fuerza, el nombre de Patxi López.
Paula Pérez Cava