El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha ordenado hoy el ingreso en prisión de tres integrantes de una célula terrorista dedicada a captar, adoctrinar y enviar a niños y jóvenes para enrolarse en el Dáesh, y ha decretado libertad para un cuarto.
Así lo han indicado fuentes jurídicas después de que el magistrado haya tomado declaración a los detenidos por la Policía Nacional el miércoles en Ceuta, acusados de dedicarse a reclutar a menores y jóvenes para enviarlos a la zona sirio-iraquí y convertirse en futuros combatientes en las filas de Estado Islámico.
En concreto, el magistrado ha ordenado prisión para Rhimou Bghil Abdesalm, acusada de integración en organización terrorista, así como para Ilias Mohamed y Hakkin Monerris, a quienes atribuye los delitos de enaltecimiento terrorista y adoctrinamiento, mientras que Fuad Makhoulf ha quedado en libertad.
Según informó en su día el Ministerio del Interior, los cuatro, de nacionalidad española, habían desplegado un entramado permanente para reclutar en la ciudad autónoma y mantenían una comunicación fluida con combatientes del Dáesh en Siria, que les instruían en la metodología para la captación de adeptos.
La célula yihadista, según Interior, centraba su actividad en candidatos cada vez más jóvenes, incluso niños, siguiendo las directrices del Dáesh que establecen que, ante la necesidad urgente de nuevos adeptos, el reclutamiento infantil es la línea estratégica principal por su personalidad especialmente permeable y por ser «fácilmente convertibles en elementos terroristas convencidos».
De este modo, los integrantes de la célula desarticulada se distribuían las tareas y adoptaban sofisticadas medidas de seguridad, tanto físicas como virtuales en el uso de Internet, redes sociales y blogs terroristas privados.
Además, habían elaborado una estrategia de reestructuración y reasignación de funciones en el caso de que alguno de ellos fuera detectado con el objetivo de mantener en el tiempo el entramado de captación y reclutamiento terrorista.
La investigación determinó que los detenidos estaban relacionados con otra célula desarticulada en Ceuta el pasado 23 de febrero, en una operación que se saldó con la detención de tres terroristas actualmente en prisión provisional.
Ambas células habían creado «una red de captación y adoctrinamiento salafista muy enraizada y activa en la ciudad de Ceuta», según Interior, con una comunicación permanente con combatientes del Dáesh en Siria de los que recibían instrucciones, identificándose ellos mismos como referentes en la lucha contra el «infiel».
Desde Siria eran asesorados, además, sobre contactos y rutas de desplazamiento para el envío de los nuevos integrantes.
Uno de los proyectos inmediatos de la célula, subrayó Interior, era crear «células hermanas» en países europeos que se centraran también en la captación y adoctrinamiento de jóvenes y niños, por lo que la operación ha podido neutraliza una amenaza concreta tanto para la seguridad nacional como para la del resto de los países europeos.
Desde 2015, año en el que el Ministerio del Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido a 161 yihadistas.