El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se sentarán mañana para hablar de la revisión del marco de relaciones que vincula a los dos partidos desde 1978, con la voluntad por ambas partes de evitar la ruptura y buscar un acuerdo mejorado.
La decisión del PSC de no acatar la resolución del Comité Federal del pasado 23 de octubre, que cambió el no a Mariano Rajoy por la abstención que permitió su investidura, abrió una crisis con la dirección interina del PSOE cuyas consecuencias abordarán los dos líderes políticos en la reunión.
Sobre la mesa estará el llamado «protocolo de unidad» que regula las relaciones entre los dos partidos desde hace cuatro décadas; un documento que garantiza la representación de los socialistas catalanes en los principales órganos del PSOE: la Comisión Ejecutiva Federal, el Comité Federal y el Congreso Federal, y a cambio obliga al PSC a la «aplicación en Cataluña de las resoluciones adoptadas» en ellos.
El propio Iceta planteó hace unas semanas que las posibilidades ante la crisis abierta son cuatro: mantener el protocolo de unidad, copiar el modelo de los democristianos alemanes de la CDU y sus aliados socialcristianos de Baviera (CSU), crear una federación catalana del PSOE que compita con el PSC en Cataluña o que esa federación catalana del PSOE acabe convergiendo con el propio PSC.
No obstante, en los últimos días, Iceta ha dejado claro que su objetivo es rehacer los vínculos con el PSOE y ayer, en un artículo en 'El País', avanzaba el mensaje que trasladará mañana a Fernández: si el PSOE «dejase de lado» a los socialistas catalanes, estaría ofreciendo un «gran triunfo» a los independentistas.
Iceta reconoce en su artículo que el protocolo es «revisable y susceptible de mejora», por lo que se abre a buscar «fórmulas para optimizar» su relación, «pero no para alejarnos ni para separarnos», subraya.
En esa línea se han pronunciado diversas federaciones, entre ellas la andaluza, cuyo secretario de Organización, Juan Cornejo, se ha mostrado esta semana seguro de que habrá un «entendimiento», porque ambas formaciones quieren seguir «juntas y unidas», al tiempo que ha recordado que será «siempre» el Comité Federal el que decida en última instancia «cualquier tipo de acuerdo».
También el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, dijo ayer que «no contempla ni por asomo» una ruptura y abogó por «la búsqueda de fórmulas de mayor entendimiento y mejora del funcionamiento del partido».
Entre los 'barones' que piden más contundencia a la gestora destaca el extremeño Guillermo Fernández-Vara, para quien ha llegado el momento de resolver el problema de la «asimetría» PSOE-PSC, que lleva a que el primero no pueda influir en el segundo, mientras que éste sí participa en los órganos de dirección federales.
Hoy, en declaraciones en la sede del PSOE, el responsable de Política Internacional de la gestora, Ricardo Cortés, ha planteado el encuentro de mañana entre Fernández e Iceta como una «primera reunión» en la que será «muy pronto» para decidir cuestiones como si se mantiene la representación del PSC en los órganos de dirección del PSOE.
Según Cortés, el presidente de la gestora buscará «establecer un diálogo que sea constructivo, simétrico y positivo» para el socialismo en España y en Cataluña, lo que aleja la posibilidad de romper las relaciones.
En la reunión, que se celebrará a mediodía en Ferraz, Fernández e Iceta previsiblemente hablarán también del calendario para el próximo congreso del PSOE y podrían tratar el asunto pendiente de la incorporación a la gestora de un representante catalán.
Para ello se barajan los nombres de la exdiputada Teresa Cunillera y la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Núria Marín, recién ascendida como adjunta al primer secretario, aunque fuentes de la dirección del PSC consultadas por Efe han recalcado que no habrá propuesta formal de ningún nombre hasta que Iceta no se haya reunido con Fernández.
EFE