El Partido Popular vuelve a evidenciar su soledad en materia educativa en el Congreso de los Diputados. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha pedido la palabra al final del debate sobre la proposición de ley socialista sobre la suspensión del calendario de la implantación de la LOMCE, para aclarar que el calendario ya está en vigor, por lo que la proposición, aunque se haya aprobado no tendrá “efectos jurídicos inmediatos”, e insistir en la disposición del Ejecutivo ‘popular’ a suspender “aquello que aún no está en vigor” como es el caso de las reválidas, cuyos efectos académicos quedarán suspendidos hasta que no se cierre un acuerdo nacional.
El ministro de Educación ha aprovechado esta intervención para hacer dos anuncios importantes. En primer lugar, que el próximo 28 de noviembre se reunirá en una conferencia sectorial de Educación con los consejeros autonómicos, con los que quiere empezar a negociar. Y en segundo lugar, que tras este encuentro, el Gobierno ‘popular’ aprobará un decreto ley para suspender los efectos académicos de las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato mientras se llega a un pacto educativo. No obstante, la oposición ha pedido en bloque la derogación de la ley educativa del PP.
Este martes, el Congreso ha debatido una proposición de ley presentada por el PSOE iniciar el trámite parlamentario para tumbar la LOMCE y si algo ha evidenciado es lo complicado que será llegar a un pacto nacional por la educación en el que participe el Partido Popular. Ha sido aprobada por mayoría absoluta (208 votos a favor). Todos los grupos parlamentarios han dado luz verde a esta proposición, menos el PP, UPN y Foro Asturias. Aunque los ‘populares’ ya han advertido de que para poder hablar de un gran pacto por la Educación deben de contar con ellos.
Al PP esta iniciativa no le parece “sostenible, ni en la forma, ni en el fondo”. Según ha explicado la portavoz del PP de Educación, Sandra Moneo, no es posible derogar “una ley educativa sin un nuevo calendario de implementación”. Además, los ‘populares’ consideran que a la iniciativa presentada por los socialistas le falta “rigor técnico”. “Estamos hablando de consecuencias personales para los directamente implicados en la educación y económicas para el conjunto del país”, ha insistido Moneo, que de hecho cree que los socialistas están poniendo “muy complicado el acuerdo”. “Pareciera que para sentarse a negociar necesitan ciertas condiciones. Comienzan esta andadura cometiendo los mismos errores del pasado. Nosotros no entendemos la educación desde trincheras ideológicas”, ha advertido Moneo, pocos minutos después de que los socialistas acusaran al PP precisamente de lo contrario. Es decir, de haber aprobado una reforma “ideologizada”.
Las «reivindicaciones» del PSOE
El portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, Manuel Cruz, ha puesto sobre la mesa las “reivindicaciones” de su grupo parlamentario, o «condiciones» como las ha tildado los 'populares': posición frontal a la evaluación de 6º de Primaria, las reválidas de 4º ESO y 2º Bachillerato. Restablecimiento de la anterior prueba de acceso a la universidad. Eliminación con carácter inmediato de la posibilidad de segregación de niños y niñas en el sistema educativo sostenido con fondos públicos. Restablecimiento del carácter no evaluable de la asignatura de religión. Eliminación del modelo de nombramiento de directores y directoras LOMCE y restitución de las competencias de los Consejos Escolares. Y recuperación de la diversificación currícular en 4º ESO con la posibilidad de titulación.
«El pacto tiene que ser con todos, no puede dejar a nadie fuera, de la misma manera que no puede ser contra nadie», ha advertido el portavoz socialista, que ha calificado la LOMCE de «elitista, excluyente, segregadora, recentrilizadora y confesional». Los socialistas han pedido al PP que «no mareen la perdiz». De hecho, Cruz se ha referido a la intención de Rajoy de suspender los efectos académicos de las reválidas como «un propuesta claramente engañosa». Según el portavoz socialista, esta suspensión ya estaba prevista en la propia ley. Méndez de Vigo ha hecho una aclaración al respecto: la intención es ampliar esta suspensión hasta que haya un acuerdo. «La ley suspendía estos efectos sólo durante este curso», ha aclarado el ministro de Educación.
Una vez admitida esta propuesta, se inicia la tramitación de un proyecto de ley en el que los distintos grupos podrán introducir sus enmiendas. Los propios socialistas ya han dicho que harán modificaciones al texto para, entre otras cosas, recuperar la Selectividad como sistema de acceso a la universidad, suspender de forma inmediata que la asignatura de religión sea computable o evitar que los colegios que segregan por sexo reciban fondos públicos.
Elsa S. Vejo