martes, noviembre 19, 2024
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Los niños de la calle de Carmena y Cifuentes

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Todo sigue prácticamente igual en el parque Isabel Clara Eugenia de Hortaleza. Un grupo de catorce menores, la mayoría de origen marroquí que no supera los 16 años de edad, continúa viviendo a la intemperie en las calles del distrito madrileño. Los niños, tutelados por la Comunidad de Madrid, sobreviven gracias a la caridad de los vecinos del barrio y de las entidades sociales que se han preocupado por su situación. Se niegan a volver al Centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid, también denominado Isabel Clara Eugenia, porque alegan haber sufrido malos tratos por parte de los empleados, tal y como han manifestado distintas organizaciones sociales. Los niños viven en un limbo o vacío entre administraciones. Han huido de la residencia de la Comunidad de Madrid, por lo que teóricamente quedarían cargo del Ayuntamiento que debería recogerlos de la calle. Sin embargo, el equipo de Ahora Madrid dice directamente que no tiene competencias sobre el hecho de que los niños duerman en la calle. Ambas administraciones dicen que están trabajando en el asunto.

“Están tocados psicológicamente”

Hace más de una semana la Fundación Raíces y Save the Children denunciaron públicamente la “desprotección” y la “vulneración de derechos” que sufren estos niños, pero por el momento, dicen, nada ha cambiado. “Lo único es que uno de los niños, que supuestamente ha sido agredido dos veces y que hemos denunciado en el juzgado de guardia con el parte del Hospital La Pa,z ha sido trasladado de centro”, asegura a este diario Lourdes Reyzábal, presidenta de la Fundación Raíces. Ambas organizaciones creen que las instituciones no están “haciendo lo suficiente” por solucionar el problema. “Hay niños viviendo en la calle en Madrid y pensamos que la Comunidad de Madrid no está haciendo lo suficiente para garantizar que estén bien. La Comunidad de Madrid es el tutor de estos niños, es su obligación”, añade Almudena Escorial, portavoz de Save the Children.

Ambas organizaciones insisten en que los chavales sufren una situación de “peligro” y “abandono”. Algunos de ellos incluso han recurrido al consumo de disolvente para “sobrevivir al miedo y al frío”, explica Save the Children. “Se sienten fatal. Están muertos de hambre y de frío. Desconfían de todo. Están muy tristes. Los que dicen haber sido agredidos están psicológicamente tocados. Tienen la autoestima por los suelos”, dice Reyzábal. Además, lamentan la “criminalización” de los niños por parte de la Administración. “Todos están en primera acogida. Están en esos centros solo por el hecho de estar en situación de desamparo. Solo por ser niños y no tener ningún adulto que se responsabilice de ellos”, afirma la presidenta de la Fundación Raíces.

Supuestas agresiones

Por otro lado, tanto Save the Children como la Fundación Raíces también denuncian la ausencia de mecanismos y de protocolos para proteger a los menores que en estos momentos viven en la calle. “Algunos menores no acompañados relatan que han sido víctimas de presuntas agresiones y no se ha puesto ningún mecanismo en marcha”, aclara Escorial. Según las entidades, han sido ellas las que han tenido que intervenir para ayudar a los niños. “Nadie se para a escuchar a esos niños y si se les escucha y no dicen lo que queremos oír se les criminaliza. Es tremendo”, lamenta la Fundación Raíces que asegura que son cinco los menores que alegan haber sufrido agresiones. 

“Lo que nosotros hemos visto es que es que cuando estos niños dicen que han sufrido una agresión se les lleva a la enfermería del centro y ya está. No pasa nada más, da igual lo que les pase que no se activa ningún mecanismo”, reitera la portavoz de Save the Children. La Fundación Raíces asegura que han sido ellos los que han denunciado ante el Juzgado de Guardia los presuntos malos tratos que dicen haber sufrido algunos chavales. “Cada vez que hemos llevado a un niño al hospital y se ha confirmado que hay lesiones lo que hacemos es ponerlo en conocimiento del Juzgado de Guardia”, dice Reyzábal.

Motivos

Según explica la Fundación Raíces son tres los motivos por los que los niños permanecen instalados en las calles de Madrid. Por un lado, hay varios menores que han sido traslados de una Comunidad Autónoma a otra y se han quedado sin plaza en el Centro de protección. “La Comunidad de Madrid hace traslados en primera acogida a otras comunidades. Les pagan un billete de autobús y los niños van a otra ciudad, se sienten perdidos y a veces regresan a Madrid. Una vez aquí les dicen que se han quedado sin plaza”, sostiene Reyzábal.

Por otro lado, algunos de los niños que duermen en el parque se niegan a volver al centro por miedo. “Dicen que no quieren volver para que no les vuelvan a pegar”, añade la portavoz de la Fundación. “Algunos dicen que no quieren ir porque se sienten más seguros en la calle. Otros dicen que no les tratan bien, que les insultan e incluso en algunas ocasiones han estado en condiciones de aislamiento. Son sus testimonios”, insiste Escorial. Las entidades también critican otros “recursos completamente inadecuados” implantados por la Comunidad de Madrid para menores de edad: el alojamiento de los niños en hostales turísticos del centro de la capital. “Algunos están absolutamente dejados viviendo en un hostal rodeados de turistas en el centro de Madrid”, dice Reyzábal.

La Administración lo niega

Este diario se ha puesto en contacto con la Comunidad de Madrid para conocer su postura al respecto. Fuentes de la Consejería de Políticas Sociales y Familia niegan “absolutamente” que se hayan cometido agresiones en el centro, aseguran que los “chicos son muy conflictivos” y que la mayoría no son menores de edad. La Fundación Raíces insiste en que enviaron un escrito al Ejecutivo regional en el que trasladaron las identidades de los chavales, todos ellos menores. Las mismas fuentes dicen también que algunos de ellos a veces se escapan y que los educadores no pueden obligarlos a volver: “Esa competencia es del Ayuntamiento”. “En la Comunidad de Madrid hay 130 de estos menores y la gran mayoría están integrados”.

Por su parte, el Consistorio madrileño niega que tenga competencias en este asunto. Ambas instituciones han asegurado a este diario que están trabajando de manera conjunta para elaborar un plan que solucione la situación de estos menores y que hay “muy buena coordinación”. “Se están reuniendo, pero la realidad es que a día de hoy los niños siguen en la calle”, concluye la Fundación Raíces.

Marina García-Rico

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