Una semana de normalidad en el Congreso de los Diputados y los 'populares' ya se han encontrado con dos importantes problemas. Después de que este martes la oposición en su totalidad (208 diputados) votara a favor de suspender el calendario de aplicación de la LOMCE, lo que supone el inicio de su derogación; un día después, los 'populares' se han visto enfangados en otra nueva polémica: el nombramiento de Jorge Fernández Díaz, reprobado e investigado por la Cámara por su supuesto espionaje a sus rivales políticos en Cataluña, como presidente de la Comisión de Exteriores, no cuenta con el consenso deseado por los 'populares'.
La versión oficial del Grupo 'popular', por el momento, es que no quiere cambiar de candidato, pero el exministro de Interior ya ha avanzado que hablará con el PP y con el grupo parlamentario para ponerse a su disposición, pues no quiere que su posible designación como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores cause problema alguno a las filas populares. «Estoy hablando con mi grupo parlamentario y estoy a lo que determine», ha afirmado Fernández Díaz en los pasillos del Congreso tras conocer el aplazamiento de la votación para que sea presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, algo que rechaza la oposición.
Es evidente que este nombramiento dejó a los socialistas en una situación muy complicada. La salida de Fernández Díaz del Gobierno, principalmente motivada por todos los escándalos protagonizados por el ya exministro de Interior a lo largo de la pasada legislatura, llevó a que Rajoy quisiera tener un gesto con su «amigo» y colocarlo al frente de una comisión en el Congreso que supone un plus mensual en la nómina de 1.431 euros.
Una decisión que causó estupor en todos los grupos parlamentarios de la oposición. Y muy especialmente en el PSOE, y en Ciudadanos, que al inicio de la legislatura firmaron con los 'populares' un pacto para el reparto de presidencias de comisiones sin vetos. Aunque por entonces no sabían que la intención del PP era colocar a un exministro reprobado por la Cámara Baja en un puesto tan importante. El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, anunció este martes que su grupo votaría en blanco, al igual que Ciudadanos, permitiendo así la elección de Fernández Díaz. Pero en las últimas 24 horas se ha producido un cambio de posición radical.
Los socialistas justificaron entonces su decisión de votar en blanco por el acuerdo que firmaron los cuatro principales partidos hace meses en el que se determinó que la presidencia de esa comisión correspondía al PP. El PSOE no votará «sí» a Fernández Díaz y ha pedido al Partido Popular que busque «un candidato más idóneo», sin embargo, los 'populares' aún se resisten a renunciar el exministro y por eso han pedido este miércoles un aplazamiento en la votación para la Presidencia de la Comisión de Asuntos Exteriores. Una decisión motivada también, después de que los socialistas amenazaran con presentar un candidato alternativo.
Tanto el PSOE como Ciudadanos habían anunciado que votarían en blanco la candidatura de Fernández Díaz aunque tampoco apoyarían el candidato alternativo que había planteado Unidos Podemos, su portavoz de Exteriores, Pablo Bustinduy, lo que en la práctica no impediría que el exministro fuera presidente. Sin embargo, lo que el grupo 'popular' quiere es que los socialistas no voten en blanco, sino a favor, puesto que eso es lo que «se acordó» en septiembre cuando se produjo el reparto de presidencias de comisión.
Podemos también presiona al PSOE
Por el momento, no parece probable que los socialistas cambien de opinión. Es más, en las últimas horas han redoblado la presión para que este nombramiento no se produzca. Probablemente forzados por la decisión de Podemos de presentar un candidato alternativo y dejar en evidencia que si Fernández Díaz lograba ser presidente de comisión sería gracias a la complicidad de los socialistas. En cualquier caso, todo apunta a que finalmente serán los 'populares' los que tengan que recular. De hecho, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado su discurso en el Congreso Nacional de Directivos, para insistir en su disposición a «dialogar y consensuar». «Mi disposición es infinita», ha insistido Rajoy, no sin antes aclarar que «espera lo mismo» del resto de partidos porque «España se juega mucho».
No obstante, el PP sigue maniobrando para lograr que Fernández Díaz logre una presidencia de comisión. En las últimas horas, los 'populares' han querido presentar al exministro como candidato a presidente de la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas. Pero todo parece apuntar a que contará con la misma oposición. De hecho, la secretaria general adjunta del grupo socialista, Isabel Rodríguez, ha garantizado que el exministro no será presidente de la Comisión de Exteriores ni de ninguna otra.
Desde Unidos Podemos, el diputado Segundo González ha criticado la «argucia parlamentaria» de aplazar la votación en ambas comisiones para dar tiempo al PP a replantearse la candidatura de Fernández Díaz. Los socialistas se han justificado: “La posición del PSOE es que había que cuidar y mantener los acuerdos que alcanzamos al inicio de esta legislatura, porque creemos que son unos buenos acuerdos que garantizan la pluralidad que hay en esta Cámara»
Elsa S. Vejo