Socios de la protectora Parque Animal de Torremolinos (Málaga) han asegurado hoy durante su declaración, en calidad de testigos, que todos los animales que entregaban a la presidenta, procesada por el supuesto «exterminio» de casi 2.200 animales, desaparecían en 24 horas.
El juicio comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Málaga y durante su declaración la acusada, Carmen Marín, negó los hechos y aseguró que tenía fobia a las inyecciones y solo usaba las jeringuillas para dar medicina vía oral.
Estos socios han explicado que pensaban que el sitio era perfecto ya que la procesada siempre les decía que allí nunca se sacrificaba un animal, lo que le hizo que consiguiera tener muchos adeptos y recibir hasta cuantiosas herencias, que se están investigando en otro procedimiento.
«Llegué a entregarle 600 euros cuando llevé nueve gatitos abandonados, y, al día siguiente le pedí a mi marido que fuese a verlos y nos dijo que ya se los habían llevado un extranjero», ha lamentado una de las socias.
Otra socia ha relatado cómo la acusada le decía «no los mires a los ojos y entrégamelos», al tiempo que ha lamentado que «parecía que lo estaba deseando».
La acusada se enfrenta a cuatro años de cárcel por un delito continuado de maltrato animal e intrusismo profesional, así como un delito continuado de falsedad en documento oficial, y en el banquillo también se sienta un empleado de la protectora como cooperador necesario, que también ha negado los hechos.
Un veterinario que colaboraba con Parque Animal ha explicado que en una reunión que mantuvieron con la procesada antes de que se denunciara el caso, ella llegó a reconocer los sacrificios de animales aunque alegó que lo hacía por «supervivencia» de la protectora.
También han declarado esta mañana varios veterinarios y trabajadores, que han asegurado que desaparecían animales de un día para otro sin haber sido adoptados y que los sacrificios presuntamente se hacían en una zona trasera de las instalaciones a la que ellos no podrían acceder.
Por su parte, la administrativa del Parque ha explicado que las cámaras se apagaban por la mañana porque era cuando se hacían los sacrificios y que aunque ella nunca lo vio personalmente «con el tiempo te enteras porque observas cosas que no son normales».
El juicio continúa mañana con la declaración de más testigos y con la pericial de los guardias civiles que hicieron el informe judicial.