La investigación sobre lo sucedido en el accidente que acabó con la vida de cuatro personas en aguas del litoral de Estepona sigue abierta. Los cinco tripulantes de la patrullera SVA (Servicio de Vigilancia Aduanera) sostienen en sus declaraciones que realizaron una maniobra de aproximación a la sospechosa embarcación y que fue esta última la que colisionó contra ellos al realizar una maniobra de huida.
En sus testimonios ante los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, encargada de las diligencias, la tripulación de la embarcación del SVA manifiesta que, debido a su velocidad, la embarcación semirrígida colisiona en el costado de babor de la patrullera, en la parte lateral izquierda del barco mirando hacia la parte delantera del mismo, según recoge el diario Ceuta Actualidad.
Los agentes afirman que intentaron evitar en todo momento la colisión. Para ello pararon los motores de la embarcación y giraron todo a estribor para escapar de la trazada que dibujaba en ese momento la planeadora, siempre según el testimonio de los cinco tripulantes de la SVA. La semirrígida por su parte, ejecutó la maniobra que en el argot marítimo se denomina como ‘cortar la proa’ para emprender su huida, pero ésta se vio frustrada al encontrar en su camino a la lancha de la SVA.
De las declaraciones de los implicados en el accidente también se ha podido conocer que desde la embarcación de la SVA se efectuaron numerosas señales acústicas y luminosas que no dejaban lugar a la duda de que se tratara de un servicio de vigilancia policial. Por último, defienden que los ocupantes de la planeadora no les brindaron la posibilidad de emprender ningún tipo de control rutinario porque en el momento que se percataron de su presencia iniciaron las maniobras de escape.
Tras la colisión, los tripulantes afirman que prestaron los primeros auxilios a los cuatro ocupantes de la semirrígida, aunque por su aspecto parecían ya fallecidas. Prestados los primeros auxilios para comprobar si alguno se encontraba con vida, según la declaración, y no pudiendo en ese mismo lugar prestarle otro tipo de auxilio, se decide transportar los cuerpos y enseres de la embarcación a la patrullera para trasladarlos, lo antes posible, a la base marítima más cercana, siendo ésta la de Algeciras, como así se hizo.
En su declaración, los agentes de la SVA no esconden que la patrullera tuviese un sistema de grabación, aunque si defienden que el mismo no se encontraba operativo en ese momento. Por su parte, el helicóptero que avistó a la sospechosa embarcación también está dotado de cámaras que podrían haber grabado el accidente, pero al recibir otro aviso el aparato aéreo no se encontraba en el lugar de los hechos en el momento en el que se produjo la colisión.
En lo que se refiere a los efectos encontrados en la embarcación, según los testimonios, eran zumos, comida, petacas de gasolina, ropa impermeable, algún teléfono móvil y un GPS.
Un accidente con cuatro fallecidos
La investigación y los testimonios se producen después del accidente que tuvo lugar el pasado 3 de noviembre en aguas del litoral de Estepona y que se saldó con cuatro muertos. Los fallecidos iban en una lancha semirrígida, característica por ser usada por narcotraficantes para transportar hachís, cuando en una maniobra evasiva para evitar a la Vigilancia Aduanera colisionaron contra ellos.
Interrogado por los investigadores sobre las coordenadas donde se produjo la colisión, el patrón de la patrullera declara que a las 16.00 horas, cuando sale por un aviso de su centro de control, las coordenadas que ofrecen como la de una embarcación que se encuentra cargada de droga, según el helicóptero de ese mismo servicio de Vigilancia Aduanera, es 36 grados 8 minutos norte y 5 grados y 5 minutos oeste. Finalmente, agrega en su testimonio que la embarcación se encuentra en la posición 36 grados 5 minutos norte y 5 grados 7 minutos oeste.
Carlos Lospitao