El acuerdo para el nuevo Gobierno Vasco formado por PNV y PSE apuesta por un «final ordenado» de ETA y el acercamiento de los presos de la banda terrorista al País Vasco, e insta a la transferencia de la competencia de centros penitenciarios, según el documento que han pactado.
El tercer punto de los cuatro del acuerdo PNV-PSE es el dedicado a «La convivencia y los derechos humanos», un asunto en el que el objetivo será «consolidar sólidamente la paz y la normalización de la convivencia y contribuir, para ello, también en la materialización del fin definitivo de ETA».
Respecto al «final ordenado de la violencia», el pacto apuesta por el apoyo a «la verificación de un calendario de desarme definitivo, que previamente incluya una declaración de ETA sobre su carácter irreversible e incondicional, como expresión de su voluntad de disolución».
Además, incluye una «propuesta de reorientación de la política penitenciaria que fije como objetivo fundamental la reinserción, atienda prioritariamente las problemáticas de mayor incidencia humanitaria y favorezca el acercamiento de presos» al País Vasco.
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