El concejal de Hacienda del Ayuntamiento dejará de gastar este año más de 500 millones de euros en inversiones. En consecuencia, tendrá superavit, cumplirá todas las reglas de gasto y pagará a la Banca, mientras encuentra la forma de “acabar con el sistema”, cosa a la que vino al Ayuntamiento, según sus propias palabras. A cambio de no invertir, el Ayuntamiento puede retener recursos para financiar los 16 millones de techo de gasto que sobrepasó el pasado año e incluso financiar, con un futuro remanente, los aumentos presupuestarios. La gestión del Presupuesto ha debilitado a Carmena, que se ha comprometido con Montoro a rehacer su política económica.
El Ayuntamiento había propuesto unas magnitudes presupuestarias para el próximo ejercicio y para su Plan de Ajuste, ya que el año 2015 superó en 16 millones de euros su máximo de gasto autorizado, que vienen a incumplir la legislación que, más o menos coherente, cumplen todos los Ayuntamientos. Carmena ha renunciado a esas cifras frente a Montoro.
La cifra de gasto y la no inversión financiable han sido los argumentos argüidos por el Ministerio de Hacienda, mientras el concejal de Hacienda afirma que «reivindicamos nuestro derecho a mejorar la vida de la gente». Lo que no dice Sánchez Mato es que una vez aprobadas las cuentas y concluidos los discursos presupuestarios, el Consistorio no es capaz de gestionarlos.
Incumplimiento presupuestario
El Ayuntamiento de Madrid afirma que desea gastar 800 millones, un 53% más que cuando gobernaba Ana Botella. Entre esos gastos se encuentran los de promoción, conservación y rehabilitación de la vivienda (casi 200 millones). Conviene recordar que, según el último Boletín informativo publicado por el propio Ayuntamiento, solo ha sido capaz de ejecutar el 10,7% del Presupuesto adjudicado a esta función.
Para planes para fomentar la igualdad entre mujeres y hombres el Ayuntamiento prepara más de 17 millones: este año, esta función estaba dotada con 20 millones, de los que no ha sido capaz de gestionar, a esta fecha, más del 45% del gasto.
Para apoyos a personas mayores, familias e infancia desea gastar en 2016 más de 300 millones; Eran 295 este año pero no se han ejecutado, en los primeros ocho meses del año, más que el 43% de lo presupuestado.
Por otra parte, el cumplimiento más escandaloso se produce en el ámbito de la inversión. El conjunto del Sector Público Local disponía de 655 millones de los que en agosto solo había sido capaz de gestionar el 9%. Hoy, el Concejal de Hacienda aseguraba a los medios de comunicación que había llegado al paupérrimo 17%. Dicho de otra forma, el Ayuntamiento dejaría sin gastar más de 500 millones de euros.
El área del propio Sánchez Mato no ha sido capaz de superar, según el último boletín municipal, más del 7% de la inversión. Los Distritos – con inversiones presupuestadas entre dos y doce millones de euros – apenas han superado el 1% de la inversión ejecutada, aunque están llevando al límite sus contrataciones por adjudicación directa y contratos menores.
El área de Coordinación Territorial y Asociaciones no ha logrado gestionar más del 7,2% del Presupuesto y La Agencia para el Empleo apenas ha logrado gestionar una tercera parte del mismo.
El Ayuntamiento manifiesta una querencia obsesiva para la contratación de estudios, iniciativas que en su mayor parte se sostienen en adjudicaciones directas y sobre la base de contratos en torno a los 17.000 euros. Teniendo en cuenta que ha presupuestado 63 millones de euros para estudios, puede estimarse que se contrataran la increíble cifra de 4.000 estudios.
Los presupuestos para 2017 incluyen 10,2 millones en comunicación y publicidad frente a 560.000 euros en becas
Pagando deuda por no invertir
A 31 de diciembre el Ayuntamiento de Madrid reconocía un porcentaje de peso de la deuda pública sobre el presupuesto consolidado del 108%. No supera los límites que establece la nota del Ministerio de Hacienda para operaciones de endeudamiento para 2016 para nuevas inversiones. Tampoco se verían impedidos a efectuar inversiones financieramente sostenible y, por lo tanto podrían dedicarse recursos a gasto social.
El Ayuntamiento prevé, este año, amortizar 911 millones de deuda, de los que 204 ya han sido abonados en el primer trimestre. Es decir, el incumplimiento de la inversión financiaría el 70% de los vencimientos del año, no por obligación legal, sino por incapacidad de gestionar el volumen de inversión. Se paga deuda con el dinero que no se es capaz de gestionar en inversiones.
A pesar de lo abultado de la cifra, el Ayuntamiento de Madrid está reduciendo su endeudamiento a ritmos inferiores a la media de los municipios españoles, como reconoce en su información el propio Ayuntamiento. Mientras Barcelona reduce deuda al 13%, Madrid lo hace al 1%.
En definitiva, el Ayuntamiento no se vería obligado, dadas las cifras de gestión de este ejercicio, a superar los límites legales.
Una Concejalía de Imagen y encuestas.
A pesar de las evidentes dificultades para gestionar el presupuesto, la Concejalía que dirige Sánchez Mato no busca recursos técnicos ni administrativos para mejorar la gestión económica.
En los dos últimos trimestres, la Concejalía de Sáncherz Mato ha adjudicado a dedo contratos menores por valor de más de 260.000 euros. Ninguno de ellos se refiere a la mejora de la gestión presupuestaria. Otros 64.000 euros han sido destinados a diversas evaluaciones de impacto. En encuestas, SIGMA2 ha encadenado dos contratos menores sucesivos por valor de más de 20.000 euros. En comunicación, marketing y posicionamiento se han adjudicado contratos por valor de 36.000 euros y la Cooperativa Indaga ha encadenado dos contratos menores consecutivos por encima de 33.000 euros.
El Concejal Sánchez Mato también contrató sin licitación por valor de 12.478 euros, con Instalaciones y Sistemas PROSPER, la transmisión por Internet de las sesiones de la Comisión de Investigación sobre la Deuda de la Ciudad de Madrid.
Sánchez Mato, que no logra afianzar la gestión económica del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, aparece eso sí, como uno de los miembros de Podemos que podrían alcanzar la confianza del grupo que aspira a sustituir a Rita Maestre, cuya autoridad ha quedado deteriorada, tras las primarias de la formación morada que ganó Ramón Espinar.
Miguel de la Balsa