El Ministerio de Empleo ha planteado que las tarifas planas y otras reducciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, que suman hoy 1.900 millones de euros, sean financiadas por los Presupuestos Generales del Estado (PGE), al ser convertidas en bonificaciones.
En declaraciones a los medios en el transcurso de la Comisión del Pacto de Toledo, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, ha explicado que, de esa manera, se «libera» a la Seguridad Social de una aminoración de ingresos y se pasan todas esas políticas de apoyo al empleo a los Presupuestos General del Estado, que es lo que pide el Pacto de Toledo.
Burgos ha asegurado que ya se está en condiciones de asumir por parte del Estado «todo el compromiso de gasto que suponen las políticas de empleo» y ha confiado en que la medida cuente con el respaldo de la Comisión, y que se ponga en marcha en estos presupuestos.
El secretario de Estado ha añadido que, en estos momentos, las políticas de apoyo al empleo se hacen a través de bonificaciones, que son transferencias del Servicio Público de Empleo (SEPE) a la Seguridad Social o reducciones, entre las que encuentran las tarifas planas.
En los años de crisis y dado que había que poner «toda la carne en el asador» se han ido incrementando las reducciones, aproximadamente a unos 1.900 millones de euros.
Según Burgos, una vez que la recuperación está en marcha, ya es natural que se vaya sustituyendo el esfuerzo de Seguridad Social por el del Presupuesto General del Estado, que es el que tendría que financiar esas políticas.
En su comparecencia, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, no ha sido tan precisa, pero sí ha abogado por transformar las reducciones de cotizaciones en bonificaciones a la Seguridad Social para aliviar las cuentas del sistema y por continuar con la lucha contra el fraude irregular y la compatibilidad del 100 % de la pensión con el trabajo porque «refuerza no sólo las oportunidades de las personas sino también la oportunidad de España para competir en el futuro».
EFE