El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha destacado el «sufrimiento» y la «incomprensión» que padeció la senadora y exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, fallecida hoy en Madrid, de quien ha dicho que «sirvió, amó y se desvivió por todos los valencianos».
«Ninguno es inmune al dolor que padeció tan terriblemente nuestra hermana, cuanto sufrimiento provoca la experiencia de la traición, de la violencia, del abandono, cuanto dolor puede causar una palabra rencorosa fruto de la envidia, de los celos, de la rabia o de otros sentimiento más innobles. Cuanta amargura ante los seres queridos», ha dicho Cañizares.
El cardenal arzobispo ha presidido esta tarde en la catedral de Valencia el rezo del rosario y una misa por Barberá, a la que han asistido familiares, representantes políticos y excargos públicos, así como centenares de ciudadanos que han abarrotado la seo.
Ha avanzado que el próximo lunes se celebrará una misa funeral a las 19.30 horas y que mañana jueves presidirá otra ceremonia pero en la más estricta intimidad familiar.
Durante la misa de hoy, Cañizares ha manifestado su «dolor profundo» por la «inesperada» muerte de Rita Barberá, de la que ha dicho que era una «profunda creyente, hondamente cristiana e hija muy fiel de la iglesia», y ha subrayado que fue «una gran servidora de todos».
También ha dicho que su muerte le ha hecho pensar en lo «urgente que es un cambio, una regeneración de nuestra sociedad española en los modos de actuar. Así no podemos seguir, mientras no importe por encima de todo el hombre, el bien de la persona y su dignidad inviolable, inseparable de la verdad de Dios, caminaremos por caminos ciegos, incapaces de misericordia».
Al concluir la misa, los asistentes han tributado un homenaje a Rita Barberá con un largo aplauso de cerca de cinco minutos y algunos de ellos ha llegado a decir «viva Rita».
Los familiares de Rita Barberá se han sentado en los primeros bancos y han pedido a los medios de comunicación que respetaran esta tarde «lo que no habíais respetado hasta ahora».
El expresident de la Generalitat Francisco Camps ha llegado a la catedral muy emocionado y ha asegurado a los periodistas que se sentía «profundamente apenado» y que hoy había sido «un día muy duro».
Camps ha señalado que acudían a rezar por Rita Barberá, de la que ha alabado su labor como alcaldesa de Valencia y su trayectoria política.
A la ceremonia también ha acudido el exconseller y expresidente de Les Cort Valencianes, Juan Cotino, quien ha dicho estar «muy afectado».
Además, ha asistido Adolfo Suárez Illana, quien ha asegurado que Rita Barberá ha muerto «de pena, de depresión, de ansiedad», y ha señalado que la senadora y exalcaldesa había quedado muy afectada al haber tenido que salir del partido.
Por su parte, el diputado no adscrito Miquel Domínguez ha dicho que Barberá ha pasado una etapa «muy dura y complicada» en los últimos tiempos y ha recordado que no había sido «imputada ni investigada, solo había ido a declarar voluntariamente ante el Supremo».
Domínguez ha destacado que a Barberá le ha «pesado mucho» la presión de los medios de comunicación y estar fuera del partido.
Los que fueron compañeros de Rita Barberá en el Ayuntamiento Cristobal Grau, Alfonso Novo y Félix Crespo también han querido rendir un homenaje a la exalcaldesa y han coincidido en señalar que muchas veces «se ha quedado sola».
EFE