El ciudadano español detenido en Marruecos el pasado lunes por práctica de la homosexualidad, prohibida en el país magrebí, ha sido puesto en libertad este jueves y con posibilidad de regresar a España «cuando lo desee».
El hombre, de 70 años, había entrado a Marruecos como turista, había alquilado una habitación en un hostal cercano a la famosa plaza Yamaa al Fna y se encontraba el pasado lunes en su habitación en compañía de un joven de 23 con residencia en Rabat.
Una mujer que limpiaba en el hostal los sorprendió y los delató ante el administrador, quien a su vez puso el caso en conocimiento de la policía, que no tardó en detenerlos. Las autoridades consulares españolas no fueron informadas hasta el jueves, lo cual no es irregular, pues la ley solo obliga a hacerlo cuando así lo solicita el afectado, según fuentes diplomáticas españolas.
Finalmente, tres días después de la detención, la policía marroquí se comunicó con el oficial español de enlace para informarle de que su compatriota estaba libre y podía abandonar el país cuando quisiera.
Marruecos no es país para gays
La homosexualidad en Marruecos está constreñida por la visión que el islam impone. El artículo 489 del Código Penal castiga con penas de entre seis meses y tres años la comisión de «actos contra natura con individuos del mismo sexo». El artículo se aplica por igual a nacionales y a extranjeros, aunque en los casos en que hay extranjeros implicados (generalmente europeos), éstos suelen ser expulsados de Marruecos si su caso ha trascendido y ha generado «ruido mediático».
El español, cuyo nombre u otros detalles no han trascendido, ha tenido más suerte que el británico Ray Cole, un jubilado de 69 años que en 2014 fue detenido junto a un joven de unos 20 años, juzgado y condenado a cuatro meses de cárcel; sin embargo, el escándalo que ese caso despertó en el Reino Unido hizo que el mismo juez lo pusiera en libertad cinco días después.
EFE