lunes, noviembre 25, 2024
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Subir salarios puede ser una buena idea

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Junto al desempleo, el efecto más notable de la crisis ha sido la devaluación salarial. La economía española ha ganado competitividad sobre la base de deprimir salarios. Mientras en 2008 el salario medio por hora trabajada era un 32% por debajo de la eurozona, el año pasado se cerraba con una diferencia del 39%.

De los últimos 15 trimestres, solo en cinco han subido los salarios. El Ministerio de Hacienda publicaba esta semana que el 34% de quienes perciben rentas del trabajo, cobran por debajo del salario mínimo. Según el INE, el 11% de los hombres cobran menos de 979 euros, cifras que ascienden a un escandaloso 29% en el caso de las mujeres. 

Las consecuencias económicas se hacen sentir en la actividad económica, vía reducción del consumo. Las consecuencias sociales se desvelan en la ampliación del número de trabajadores pobres. Las políticas en la medida que la variable de renta influye en la radicalidad más que las variables sociales.

En ese contexto, se ha ampliado la reflexión sobre la necesidad de subir salarios. Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, aseguró que el Gobierno tiene pensado subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a finales de año, tras haber realizado una serie de consultas con los interlocutores sociales.

La subida del salario mínimo.

Existen ya evidencias de que, además de reducir la pobreza, la subida del salario mínimo mejora el consumo sin perjudicar el empleo. El SMI ya no constituye una barrera de entrada al mercado de trabajo, especialmente entre los trabajadores adultos. La ministra cree que es “posible” subir los salarios en España y mantener los niveles de competitividad.

El SMI es relativamente bajo, tanto en términos absolutos, como en términos relativos. La ratio entre el SMI y el salario medio (el índice Kaitz) ronda el 35%, un dato que sitúa a España en el último tercio de la OCDE. Los estudios sobre el efecto del SMI suelen ser anteriores a la crisis y no analizan sus efectos. No obstante la comentada reducción salarial y la abundancia de jornadas reducidas hace difícil que el salario mínimo sea un inconveniente a la creación de empleo.

Los sindicatos han propuesto incrementar el SMI hasta los 800 euros en 2017 y situarlo en 1000 euros en 2020, aproximándose al 60% del salario medio neto, objetivo que establece la Carta Social Europea suscrita por España. Una cuantía que permitiría recuperar el poder adquisitivo perdido y aproximarse a los salarios mínimos existentes en la Unión Europea de los 15.

La patronal y el Gobierno sin avanzar cifras parecen favorables al incremento.UGT y CC.OO., estos pretenden que el SMI suba hasta los 800 euros mensuales. Ambos sindicatos demandan una subida del 11 % en 2016 (llegaríamos a un salario mínimo de 720 euros) y otra del 11 % en 2017 (para así llegar a los 800 euros). Una reflexión en la que solo el Banco de España aparece como irredento opositor

Hay margen suficiente para subir salarios

Aunque se anuncia una desaceleración del crecimiento para 2017, este volverá a ser positivo al año próximo y una subida salarial podría cooperar en esa dirección. Por otro lado, parece existir margen como se ha visto para que un aumento no perjudique la competitividad. La productividad, argumento que se propone para justificar aumentos o reducciones salariales  ha aumentado a lo largo del año, a pesar de moderarse algo en el tercer trimestre

La desigualdad de hoy es el desastre de mañana

La amplia zona de trabajadores pobres y los reducidos salarios de los sectores más jóvenes alientan el radicalismo. Muy especialmente, en las nuevas capas medias que suministran energía a los variados populismos europeos.

En el primer caso, debe señalarse que los empleos que se crean en los sectores más creadores de empleo lo hacen con salarios reducidos y tendencialmente menores, a jornadas equivalentes. En el caso de los jóvenes profesionales debe tenerse en cuenta que, según el INE, son junto a la hostelería, sectores donde los salarios están por debajo de hace seis años.

Los Sindicatos están proponiendo una negociación colectiva que permita subir entre 1,5 y 3% los salarios. El presidente de la CEOE, ha afirmado este jueves que en la patronal están «absolutamente abiertos» a incremento de sueldos en las empresas. «A lo mejor es el momento de subir los sueldos»,  tras recordar, eso si, su vieja propuesta de apostar por el sistema salarial formado por una parte fija y otra variable que dependa de factores como el rendimiento o la productividad.

Miguel de la Balsa

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