La Policía Nacional ha detenido a un hombre de nacionalidad rumana que, tras engañar a una mujer de su misma nacionalidad haciéndole creer que estaba enamorado de ella, la trajo a España donde la obligó a ejercer la prostitución durante ocho años en clubes de alterne de Ibiza y el Alto Ampurdán (Girona).
Según informa la Dirección General de la Policía, el detenido, que no realizaba ninguna actividad laboral, vivía exclusivamente de la explotación sexual de la víctima.
La Policía ha intervenido en el operativo una cuenta con más de 20.000 euros en efectivo y un vehículo de alta gama.
«Para obligar a la víctima a mantenerse en el ejercicio de la prostitución, no dudaba en amenazarla y golpearla, amenazas que, después del nacimiento de la hija de ambos, recaían también sobre la menor», según una nota hecha pública hoy por ese cuerpo policial.
Añade el comunicado que «Cuando la situación resultó insostenible, y a pesar del terror le infundía el arrestado, decidió ponerse en contacto con la Policía».
«La investigación comenzó el pasado día 26, cuando se recibió una llamada en las dependencias de la Brigada de Extranjería de Ibiza en la que una mujer se mostraba absolutamente aterrorizada y decía estar siendo retenida contra su voluntad y obligada a ejercer la prostitución por su pareja en una población próxima a Figueras (Girona), manifestando auténtico terror por lo que pudiera pasarle tanto a ella como a su hija de tres años», detalla.
«Inmediatamente se organizó un dispositivo tendente a la localización de la denunciante y de su hija en la zona señalada mientras los agentes trataban de hablar con ella a través del número desde el que había realizado la llamada, no siendo posible la comunicación», agrega la nota.
«Al día siguiente los agentes pudieron contactar con ella quien, entre susurros, manifestó que iba a escapar de su pareja con su hija y que volvería a llamar cuando estuvieran a salvo, cortando inmediatamente la comunicación sin aportar dato alguno sobre su paradero», señala la Policía.
«Tras denunciar los hechos, ambas ingresaron en una casa de acogida donde se les proporcionó alojamiento así como la ayuda técnica y psicológica que requirieron».
En su declaración la mujer explicó cómo conoció al detenido en Rumanía en el año 2008.
Tras llegar a España, país en el que él aseguraba que ambos encontrarían un empleo, se establecieron en Figueras donde los ahorros que traían se acabaron y, al no encontrar trabajo, su pareja la convenció para que ejerciera la prostitución en un en un club de alterne, prometiéndole que iba a ser una situación excepcional.
«Pasado algún tiempo, supo que su pareja ya había tenido a otra chica en esa situación y en el mismo club, por lo que manifestó su deseo de dejar de ejercer la prostitución, comenzando entonces las amenazas y las agresiones, por lo que la víctima se mantuvo en el ejercicio por miedo», explica el comunicado.
«La situación continuó durante varios años en los que el proxeneta no realizó ningún tipo de actividad laboral, limitándose a vivir de la explotación de su pareja a la que obligó a trabajar en diferentes prostíbulos de la comarca del Alto Ampurdán y de Ibiza, en condiciones de verdadera esclavitud y recurriendo para ello tanto a las amenazas como a las agresiones, habiendo localizado la Policía a varios testigos de las palizas que recibió la víctima», señala.
«En el año 2013, la víctima se quedó embarazada de su explotador, cesando su actividad temporalmente y viajando a Rumanía durante el período de gestación», informa el comunicado.
Relata la nota que «cuando dio a luz, regresó a España y comenzó de nuevo su explotación en distintos clubes, reanudándose de nuevo las presiones y agresiones y recayendo en este caso las amenazas no sólo sobre su persona, sino también sobre su hija, lo que lo que hizo que la situación se volviera insostenible».
«La operación ha sido llevada a cabo por la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, la UCRIF de Barcelona y la Brigada de Extranjería de Eivissa, con la colaboración de la Comisaría Local de Figueras y la Unidad de Extranjería de La Junquera», finaliza el comunicado.