El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha coincidido este martes con la CUP que no se debería «criminalizar» a nadie por «quemar una foto o romper una bandera» ni se debería «retener un autobús» que va a una concentración, pero ha exigido a los antisistema estar «al lado» de los Mossos d'Esquadra.
Después de que los antisistema pidieran la dimisión del titular del Interior, Jordi Jané, por las detenciones practicadas ayer a miembros de la CUP por parte de los Mossos cumpliendo una orden judicial, Puigdemont ha salido en defensa de su conseller.
«No solo no hay motivos para la dimisión del conseller, sino que hay motivos para estar al lado del conseller y de los Mossos d'Esquadra, que solo cumplen su trabajo, cosa que la CUP ya sabe», ha afirmado en una entrevista en Ràdio 4-RNE.
El presidente catalán ha coincidido con la CUP en que «no se debería criminalizar a nadie por el uso de la libertad de expresión», ni debería haber «persecución política» ni que estuviera «retenido» un autocar porque sus pasajeros «se van a manifestar», en alusión al vehículo de la CUP que ha parado la Policía en Alcalá de Henares (Madrid) para detener a dos de sus miembros por no comparecer ante la Audiencia Nacional.
«No debería pasar nada porque alguien queme una fotografía o rompa una bandera, la que sea; en las democracias sólidas que tienen confianza en sí mismas esto no tiene las consecuencias que tristemente está teniendo, en esto no hay discrepancia (con la CUP)», ha señalado.
Pero Puigdemont ha pedido «no mezclar» esta cuestión con la evolución del proceso soberanista, del que ha recalcado que quiere aplicar con la «máxima garantía» y haciendo las cosas «bien hechas» a través de la «ley de transitoriedad», que debería sostener jurídicamente el paso a un hipotético nuevo Estado catalán.
En todo caso, el presidente de la Generalitat ha descartado que la discrepancia con la CUP afecte a los Presupuestos pues «son dos cosas que no tienen nada que ver».
Ha garantizado que el referéndum catalán «tendrá lugar, como muy tarde, la segunda quincena de septiembre», sin descartar que pudieran haber «factores» por los que se podría «ajustar» el calendario, aunque sería por cuestiones «técnicas».
«El diseño está hecho y no se toca», ha zanjado.
EFE