domingo, noviembre 24, 2024
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Las claves del caso Nadia, la niña que conmovió a España

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Fernando Blanco Botana tiene 52 años y padece cáncer de páncreas terminal. Su hija, Nadia Nerea de 11 años, sufre tricotiodistrofia. Fernando lo dejó todo y abandonó su tratamiento para perseguir a un grupo de científicos por todo el mundo para encontrar la cura de la rara enfermedad que sufre su hija y que puede acabar con su vida. Viajó a varios países con Nadia, entre ellos a un Afganistán que se encontraba bajo las bombas para encontrar la cueva en la que se encontraba uno de los grandes expertos sobre la tricotiodistrofia. Contactó con Ed Brown, un científico vinculado con la NASA y con los Nobeles de Medicina que sería el único que podría ayudar a la pequeña. Incluso el exvicepresidente de EEUU, Al Gore, contactó con Fernando para ayudar a la niña en lo que pudiera.

Como si de una novela se tratara, Fernando conmovió a media España con este relato el cual ha difundido por casi todos los platós de televisión y que finalmente ha resultado ser ficticio. No se han encontrado fotos de la niña en Afganistán. No hay rastro de ninguno de los doctores. No se ha registrado ninguna muerte de un niño por culpa de esta enfermedad que haya superado los 4 años. La pequeña no está dada de alta en los hospitales que Blanco había nombrado. Los cientos de miles de euros recaudados no han sido usados para las supuestas operaciones, medicamentos y tratamientos. Lo único verdadero, la enfermedad de Nadia. Lo demás, todo una estafa.

Todo comenzó a finales de noviembre de este año cuando El Mundo publicó la historia de Nadia. Fernando se convirtió en el padre, que enfermo de cáncer, luchaba contra viento y marea para conseguir una cura para la enfermedad que padecía su hija. Un padre que era presentado como un héroe, que no se resignaba ante nada y que había renunciado a todo por su hija. El periodista de El Mundo, Pedro Simón, logró mover del asiento a medio país con la historia de Nadia. Sin embargo, Simón fue otra víctima más.

El 2 de diciembre un jarro de agua fría se derramó en la cabeza de todas aquellas personas que se habían solidarizado con la causa de Nadia. El País fue el encargado de desmentir lo que había contado Blanco a lo largo de estos años –desde 2008- y todas aquellas personas que habían creído en la causa se sintieron engañadas y estafadas ¿Quién iba a pensar que un padre usaría la historia de su hija para ganar dinero?

A lo largo de estos años, la familia de Nadia llegó a recaudar casi un millón de euros a costa de la solidaridad de miles de personas, de los cuales faltan unos 600.000 euros. Según la investigación judicial, la familia de Nadia solo se gastó 295 euros en la mediación de la pequeña.

Las comidas en los restaurantes eran pagadas con el dinero de la asociación al igual que los gastos de la casa y del coche y, por el momento, no se ha mostrado ninguna factura de los gastos médicos de Nadia. El abogado de la familia ha explicado que “se están haciendo investigaciones genéticas privadas, por lo que no dan factura ya que esos hospitales no son normales ni convencionales”. Por otro lado, Fernando Blanco explicó ante el juez que “no tenía ni idea de que las facturas de la casa las pagaba la asociación”.

Periodistas y diversas celebridades de nuestro país cayeron en la trampa de Blanco. Personajes como Ana Pastor, Rafa Nadal, Susana Griso, Íker Jiménez, Carmen Lomana, Alejandro Sanz o Roberto Leal, entre otros, apoyaron la causa que estuvo difundiendo el padre de la pequeña de 11 años por los medios. Todos se volcaron con la niña y sus padres. Algunos incluso llegaron a hacer un calendario con Nadia en el que el dinero recaudado se destinaría a la asociación que luchaba por encontrar una cura a la enfermedad. Ahora sabemos que esto no fue así.

En lugar de llevar a su hija a Houston para someterse a diversos tratamientos innovadores, Blanco admitió ante el juez haber llevado a la niña a curanderos.  En declaraciones a Antena 3, Margarita Garau, madre de Nadia, afirmó que su marido nunca le dio explicaciones de los médicos a los que llevaba la niña y que ella “se fiaba de él”.

En cuanto la mentira vio la luz, la familia prometió devolver el dinero a las personas que lo pidieran. El dinero se le ha devuelto solo a un parte de esas personas. Fernando y Margarita decidieron parar las transacciones ya que por cada una de ellas le cobraban una comisión. En este sentido, los abogados recomiendan a los afectados presentar una denuncia contra los padres de Nadia para conseguir el dinero. Susana Griso y otros personajes que se vieron involucrados sin darse cuenta en esta farsa, se han llegado a plantear demandar a Fernando y a Margarita.

Los Mossos d’Esquadra detuvieron a los padres de la pequeña el miércoles 7 de diciembre por presunta estafa ya que se creía que existía riesgo de fuga por parte de ambos. La policía registró la casa de los detenidos y en ella encontraron 1.845 euros en efectivo, 32 relojes de alta gama valorados en 50.000 euros, móviles de última generación, diversos aparatos electrónicos y marihuana. Por otro lado, en el coche encontraron más dinero, relojes, móviles, una pistola de fogueo y cartuchos para un rifle. A los pocos días de la detención, el juez indultó a la madre mientras que para el padre se decretó prisión provisional sin fianza. La custodia de Nadia pasó a manos de sus tíos.

Sin embargo, no es la primera vez que el Fernando Blanco comete una estafa. De hecho, éste ya estuvo en la cárcel por estafar a la empresa en la que trabajaba por aquel entonces. Fue en este lugar donde se conocieron marido y mujer, tras una visita de Margarita a la cárcel por otros motivos. El caso Nadia ha provocado que, el pasado jueves 8, el juez volviera a acusar a Fernando Blanco Botana de un delito de estafa.

Por si todo esto fuera poco, a lo largo de la semana se ha confirmado otra mentira: Nadia no está grave. Los distintos expertos en tricotiodistrofia han asegurado que la pequeña sufre una variante de la enfermedad pero que en ningún momento se debería haber considerado que la enfermedad que sufre la niña de 11 años podría terminar con su vida.

Este engaño ha puesto en tela de juicio a asociaciones similares a la de Nadia que sin quererlo se han visto afectadas y perjudicadas. Estas organizaciones temen que este caso pueda afectar a su credibilidad y la ayuda a este tipo de enfermedades raras disminuya. Los que se creyeron la historia de Fernando se sienten engañados y siente pena por una niña inocente que sin saberlo se ha convertido en la protagonista de un cuento que ha roto inocencias. 

Andrea Morea

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