Cada vez escribimos menos y, cada vez, enviamos menos cartas. No solo es nuestra caligrafía; también Correos sufre. Así viene a decirlo la Comisión Nacional de la Competencia y los Mercados (CNMC) en su informe anual sobre el análisis del sector postal.
Conforme a los datos de la Comisión Europea, en el ejercicio 2014 los envíos del segmento del sector postal tradicional disminuyeron un 3,4% respecto al ejercicio anterior, en el conjunto de la UE-28. Los españoles usamos todavía menos los servicios postales que el resto de Europa.
Ya no llegan cartas
La actividad del sector postal tradicional en España durante el ejercicio 2015 facturó 1.332 millones de euros y gestionó 3.512 millones de envíos, lo que supone un descenso del 2% y del 4% respectivamente, por encima del citado retroceso europeo. Dicho descenso se debe casi de forma exclusiva a la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A. Los operadores privados han experimentado, en conjunto, un crecimiento del 19% tanto de los ingresos como en envíos.
De acuerdo con los datos del Panel de Hogares de la CNMC, la correspondencia entre particulares continuó descendiendo. Así, en el primer semestre del 2016, el 67% de la población no había recibido ninguna carta de otro particular y el 53% de los individuos encuestados recibieron la factura de su operador de telecomunicaciones de forma electrónica. El 62% de los encuestados reconocen no haber escrito una carta en el trimestre.
Solo las empresas nos escriben. O sea, las facturas de los bancos y los operadores eléctricos, y algunas comunicaciones de las Administraciones, son las que llenan nuestros buzones. Las empresas se cartean con un tercio de los españoles y españolas, pero tampoco se esmeran mucho; en el caso de los operadores de telefonía, el 53% de las facturas se envían ya por medios electrónicos.
El sufrimiento de Correos
Como consecuencia, la cuota de mercado del operador público ha disminuido situándose en el 90% respecto a los ingresos y el 84% respecto a los envíos. La red Unipost alcanza una cuota del 8% en ingresos y el 14% en envíos. Esto supone una pérdida de cuota de mercado del 3% frente a los operadores privados.
Las cifras del negocio postal tradicional siguen descendiendo a ritmos del 7% anual. Si Correos ha salvado este ejercicio –crecimiento de los ingresos, frente a reducciones de los años anteriores– ha sido por los 432 millones de envíos electorales, que han supuesto un aumento de los ingresos de 24 millones de euros.
El retroceso del negocio postal ha supuesto que la plantilla del operador público se haya reducido en un millar de empleos en un año.
El futuro: el comercio electrónico.
El auge de las nuevas tecnologías, y en concreto el rápido crecimiento del comercio electrónico, está motivando una cambio postal acelerado, con la aparición de nuevas empresas, la diversificación de empresas de transporte industrial de mercancías y la ampliación de oferta en las empresas ya existentes, aunque, advierte la CNMC, el ingreso por cada paquete enviado es cada vez menor.
El aumento de la demanda en el segmento de paquetería en 2015 está vinculado al elevado crecimiento del comercio electrónico experimentado en nuestro país. El número de transacciones de comercio electrónico aumentó un 23% respecto al ejercicio 2014, superando los 297 millones.
Ya no llegan cartas, solo facturas y paquetes. No es lo mismo.