Un buen número de docentes de la Universidad Rey Juan Carlos empezó a recibir correos electrónicos que firmaba una desconocida “Ana González Pérez”, desde una cuenta de correo de Gmail hasta entonces desconocida: “anagonpe44”. En el archivo adjunto al email se reconocía que se trataba de un nombre falso que se utilizaba por temor a posibles represalias.
El 30 de octubre. profesores de esta Universidad reciben este correo electrónico que adjunta los archivos de la primera acusación de plagio contra Suarez. A partir de aquí es cuando los diversos sectores que se oponen al rector de la Universidad Rey Juan Carlos filtran los sucesivos supuestos plagios del Rector que se investigan. Ante la respuesta del rector, el 26 de noviembre se vuelve a mandar desde esa misma dirección electrónica una carta en formato Word titulada “Una contestación a la declaración de Sr. Rector».
El documento enviado va firmado por “Un miembro de la comunidad universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos”. Y añade, “si no firmo con mi nombre, es porque, mientras sigue ejerciendo sus funciones de rector, temo sus represalias, que he conocido en cabeza de otros”.
La supuesta autora del documento, que inicia su texto reclamando valores como “honestidad” y “honradez”, comete un error de principiante: el desconocimiento del paquete office. Lamentablemente, las propiedades del documento reconocen el autor y aquí llega la sorpresa de la comunidad universitaria: no se tata de una mujer sino de un caballero, que responde al nombre de Antonio Cuerda.
¿Quién es Antonio Cuerda?
Cuerda fue nombrado en 1993 catedrático de Derecho Penal en la Universidad de León. No fue por oposición. Fue nombrado por “idoneidad”, una figura antigua que concede la cátedra por designación. Tardó ocho años en obtener la plaza de catedrático, esta vez por oposición, en la Universidad Rey Juan Carlos, donde trabaja desde entonces, junto a su actual pareja.
Pero la duda es por qué un Catedrático de Derecho Penal recurre a una estratagema como falsear su identidad. En 2006, con autorización del entonces rector de la URJC, Cuerda organiza, dentro de la propia Universidad, un Gabinete Jurídico de la URJC en el campus de Vicálvaro. En este Gabinete se permite facturar, amparándose en el artículo 83 de la Ley Orgánica de Universidades. Se trata de un artículo destinado a la realización de contratos por “los grupos de investigación reconocidos por la Universidad, los Departamentos y los Institutos Universitarios de Investigación, y su profesorado a través de los mismos o de los órganos, centros, fundaciones o estructuras organizativas similares de la Universidad dedicados a la canalización de las iniciativas investigadoras del profesorado y a la transferencia de los resultados de la investigación”.
Sin embargo, esta autorización le permite facturar por ejercicio de la profesión, al margen de la actividad académica. Varias fuentes de la Universidad aseguran que en la URJC se conoce esta figura como el “Chiringuito” de Cuerda. Cuando accede al Rectorado Fernando Suarez, suprime este Gabinete Jurídico provocando en ese momento la enemistad del catedrático de Derecho Penal.
Los correos electrónicos remitidos por la falsa identidad electrónica del Catedrático Antonio Cuerda fueron el origen de las denuncias de plagio al rector de la URJC que se publicaron en “El Correo Gallego” el día 16 de octubre de 2016.
Miguel de la Balsa