El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado este martes que el Ejecutivo está dispuesto a dialogar, negociar y alcanzar acuerdos sobre la ley que rige el funcionamiento del Tribunal Constitucional, pero no para cambiar aquello que «funciona bien» porque «deshacer lo andado no tiene ningún sentido».
Catalá se ha pronunciado así en declaraciones a los periodistas en el Senado al ser preguntado por las proposiciones de ley que hoy comienza a debatir el Congreso por las que pretenden derogar la ley que permite al Constitucional suspender o sancionar a cargos que no acaten sus resoluciones.
El ministro ha indicado que si el Congreso toma en consideración esas iniciativas, el Gobierno y el PP defenderán que esa reforma era necesaria y que el propio Tribunal ha determinado que es «plenamente constitucional».
Se trata de una norma -ha dicho- que no está asociada al desafío soberanista catalán, sino que da al TC «unas fortalezas de las que antes carecía para cumplir sus resoluciones».
Es decir, que el interprete de la Constitución tenga capacidad para hacer efectivas sus resoluciones, pues ha considerado «paradójico» que todos los tribunales tengan esa capacidad y el Constitucional no la tuviera.
efe